Inicios de 1989, el país estaba inmerso en una terrible crisis política derivado del fraude electoral del año anterior. Se escuchaban rumores de golpe de estado; de soldados acuartelados esperando ordenes; de desobediencia civil rampante y hasta de grupos que abiertamente llamaban a reanudar la guerrilla.
Cerremos los ojos por unos instantes, y pensemos, ¿que se necesita para dejarlo todo, absolutamente todo, familia, amistades, propiedades, raíces, y echarse a andar en un camino incierto en donde la vida misma esta en juego, y en donde no hay absolutamente nada garantizado como no sea el sufrimiento?