Fabiola Rivera, es una connotada conferencista y asesora financiera, sin embargo, sus primeros años de vida los pasó en la calle, en donde el hambre y la soledad fueron sus fieles acompañantes, pero el estudio fue la salida a esa precariedad, y hoy cuenta con 6 licenciaturas, 4 maestrías y 2 doctorados, y va por la otra maestría en Austin University.
Ciudad Juárez, Chih (ADN/Arturo Hernández) .- Hay historias de vida que son ejemplo de superación e inspiradoras para vencer la adversidad, como es el caso de Fabiola Rivera, quien en su infancia vivió en las calles de esta frontera a expensas del frio, del hambre y de los riegos que ello representa.
Hoy, a la vuelta de los años y de mucho esfuerzo, Fabiola Rivera es una exitosa consultora financiera egresada de Harvard, y con asentamiento en Albuquerque, Nuevo México, además de haber cursado seis licenciaturas, cuatro maestrías, un doctorado y recibir el “Doctor Honoris Causa” por una Universidad de Noruega, por su contribución a la educación financiera a través de sus charlas y seminarios alrededor del mundo.
Su historia de vida, al igual que el de 16 mujeres juarenses están plasmadas en el libro “Historias de Pasión y Éxito”, editado a iniciativa de “Juárez Empresarial Mujeres”, que dirige Gabriela Reyes, en donde se visibilizan los momentos de lucha, de fracaso, de culpa y de superación que muchas han vivido, ofreciendo una mirada honesta a los desafíos enfrentados.
Oriunda de Oaxaca, pero avecindada en esta frontera desde pequeña, Fabiola narra que a los 9 años su propia madre la echó a la calle, en donde dónde pasó hambre y frío, además de la indiferencia de una sociedad que, apática a su dolor, la miraban con insensibilidad.
Al recordar, menciona que por las noches deambulaba en busca de un lugar en donde refugiarse al menos por unas horas, sitios en los que se topaba con menores en sus mismas condiciones, y con otros no tan menores, que a través de la ingesta del alcohol y de la droga buscaban olvidarse de su precaria situación.
Menciona que por lo que la comida se refiere, con el tiempo aprendió a lavar trastes y a barrer, por lo que con el tiempo se empleaba a ratos en los restaurantes de la zona centro a cambio de unas monedas o de un plato de comida.
Reconoce que le llegaron a ofrecer estimulantes, sin embargo, siempre los rechazó, porque pese a las circunstancias en las que se encontraba su pensamiento siempre estuvo en la escuela, a la que, por obvias razones, asistía en condiciones bastante limitadas.
“Fueron tres años en los que viví en la calle, en donde se mira de todo, porque en el desamparo la ciudad se convierte en una jungla, en donde solo el manto de Dios te puede proteger para que no te devore”, apunta.
“Fíjate, que no sé porque, pero siempre pensé en los estudios como salvación a la vida que llevaba, y mira, a la vuelta de los años así ha sucedido”, agrega.
Recuerda que fue una familia la que la sacó de la calle al llevársela a vivir a su casa, en donde las condiciones mejoraron sustancialmente, y ahora sí, sin preocupaciones se dedicó a estudiar.
Su primera licenciatura la obtuvo en la Facultad de Ciencias Políticas de la UACH, aquí en Ciudad Juárez, en la carrera de Relaciones Internacionales, para luego cursar otra licenciatura en la UACJ, otra más en UTEP, y así sucesivamente, hasta que, acompañada por su único hijo, que entonces era un bebé, y en calidad de mamá soltera, emigró a Alburquerque para seguir estudiando, lugar en donde de nueva cuenta tuvo que enfrenar la adversidad al ser migrante sin estatus legal de residencia.
“Al principio la vida en Alburquerque fue bastante difícil, porque me fui sin papeles, además con mi criatura de brazos, y prácticamente me fui a la aventura, pero de nueva cuenta le echamos ganas y logramos salir adelante”, recuerda.
Sobre Harvard, indica que ahí estudio una maestría del 2019 al 2022, en plena pandemia, experiencia que narra con agrado, al tocarle, dice, convivir con alumnos de diversas partes del orbe, y en donde dice, no sufrió ninguna clase de discriminación por ser mexicana.
Sobre esto último menciona, que en Harvard se encontró con un ambiente totalmente diferente al vivido en otras universidades de Estados Unidos, en donde fue discriminada por su condición de migrante.
Al respecto agrega que la educación y la cultura son dos elementos característicos de Harvard, y califica de ignorante a la gente que hace menos a otros por el color de su piel y por su país de origen.
“En Harvard me convertí en una rock star por ser mexicana, pero sobre todo por ser nacida en Oaxaca, y criada en Ciudad Juárez, y lo mismo me preguntaban por los burritos y por Juan Gabriel, que por el mezcal y las costumbres de mi estado natal”, añade.
De retirada deja la recomendación para todos en general, pero sobre todo para los jóvenes para que no se dejen vencer por la adversidad y se establezcan propósitos, y si es estudiar, mucho mejor.
“Hay que estudiar todo lo que se pueda, mira, yo por ejemplo, estoy por agarrar una nueva maestría en la Universidad de Austin”.
“Se que en ocasiones las cosas se ponen complicadas, pero si te trazas objetivos, sin duda el creador te ayudará a cumplirlas”, concluye.

¿Quieres compartir información o enviar boletines de prensa?
Envíanos un correo.
¿Tienes dudas? ¿Necesitas verificar alguna noticia?
No dudes en enviarnos un correo, con gusto la verificamos por tí.
Síguenos en nuestras redes sociales.