Consideró riesgoso el que los ayuntamientos paguen este mecanismo, debido a que el método puede quedar sesgado o manipulado, debido al interés que tienen las autoridades municipales en que sus proyectos sean aprobados.
“El que llegaba al gobierno estaba lejos del pueblo. Eso se acabó: el presidente viaja en vuelos comerciales, a menudo se desplaza por tierra, convive con la gente y conoce sus problemas sin intermediarios”, manifestó el diputado.