Un asesor del Ministerio de Defensa de Ucrania, Yuriy Sak, dijo a Reuters la semana pasada que su país planeaba hacer esfuerzos para obtener jets como el F-16, después de conseguir tanques de guerra.

Ucrania logró la semana pasada promesas de Estados Unidos y Alemania de enviar tanques de guerra, a pesar de que Alemania titubeó por dos semanas para decidirse a aprobar el suministro de sus tanques Leopard 2.

El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, dio a entender el lunes sobre la perspectiva de nuevas promesas de asistencia militar a Ucrania que cualquier actividad en ese sentido “está bajo consultas con los socios de la OTAN”.

Sin embargo, el canciller alemán, Olaf Scholz, también pareció opuesto a enviar aviones de combate.

Scholz, quien se encuentra en un viaje por Suramérica, dijo que deploraba la emergencia de la discusión sobre los aviones.

El sábado, en Chile, expresó que es necesario un debate serio y no “una competencia para hacer más que los demás” y que “quizás hay motivos políticos prevaleciendo sobre un apoyo para Ucrania”.

En Francia, a una pregunta de los reporteros si consideraría enviar aviones jet a Ucrania, el presidente Emmanuel Macron dijo el lunes que “nada se excluye”, pero planteó múltiples condiciones antes de tomar esa medida.

Entre ellas mencionó que los equipos no podrían tocar suelo de Rusia, que no lleven a una escalada de las tensiones y que no “debiliten las capacidades del ejército francés”.

Francia y Australia dijeron el lunes que producirán juntos y enviarán a Ucrania varios miles de municiones de artillería de 155 mm.