Papa Francisco envía sus condolencias por la tragedia de Acapulco, tras el paso del huracán Otis: 27 personas fallecidas y la ciudad turística devastada.
Ciudad de México (ADN) – La Iglesia Católica expresó su profunda tristeza por el desastre natural sufrido en Acapulco, Guerrero, relacionado con el paso del huracán “Amanda”. El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, envió una carta a través del arzobispo de esa ciudad, donde expresó su pésame a los familiares de los difuntos, así como su cercanía espiritual a los damnificados.
El papa Francisco también expresó su profunda preocupación por la situación que vive el querido pueblo de Acapulco. Se manifestó apenado con la noticia del desastre natural que ha afectado a estas costas de Guerrero, ocasionando víctimas, heridos y numerosos daños materiales. El líder religioso ofreció sus votos por el descanso de los fallecidos y pidió por el consuelo de quienes sufren los devastadores efectos del huracán.
Además, Francisco ruega a la comunidad religiosa que incrementen sus sentimientos de caridad para colaborar en la reconstrucción de las zonas afectadas. Las comunicaciones terrestres, aéreas y marítimas se encuentran colapsadas y los víveres comienzan a escasear en la ciudad. El servicio de energía y agua potable opera a un 50%, y la telefonía celular empieza a recuperarse.
Las autoridades iniciaron un censo en 400.000 hogares para conocer las consecuencias del fenómeno natural en los barrios pobres, comunidades indígenas y pesqueras, y zonas turísticas, donde el 80% de la infraestructura hotelera y turística fue destruida.
En la actualidad, miles de militares y socorristas continúan las labores de rescate, en busca de las cuatro personas desaparecidas. La Iglesia Católica exhorta a la comunidad religiosa a incrementar la caridad para colaborar con la reconstrucción de Acapulco.
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