Fue este reciente fin de semana, cuando el ex Presidente Municipal de Chihuahua, el ex priista Marco Adán Quezada Martínez, y el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada, (presuntamente independiente), presentaron a los chihuahuenses su plataforma política denominada: Colectivo Ciudadano.
Organismo, aparentemente autónomo; de cuño “netamente ciudadano”, será su propuesta electoral para el 2021.
Para ellos y sus respectivos equipos, los partidos políticos están en plena decadencia y la única opción que alcanzan a vislumbrar para llegar al poder, lo significa la vía independiente.
Francamente, ni ellos mismos se la creen.
Ya hubo un primer capítulo llamado CHIHUAHUA PARTICIPA. ¿Lo recuerdan?
Hicieron el mismo espectáculo en junio de 2017, en el hotel María Bonita.
Lo encabezaban entonces Víctor Valencia de los Santos, Fernando Colunga, y el Pichú, Gustavo de la Rosa Hickerson. (Tío del superdelegado, Juan Carlos Loera de la Rosa).
Quienes al año siguiente, se afiliaron a Morena en un “lavatorio” público en Chihuahua, capital; renunciaron a la independiente ONG que recién habían fundado, para enlodarse en los chapoteaderos de Andrés Manuel.
En aquella ocasión, abuchearon con ferocidad a dos personajes. Uno era Cruz Pérez Cuéllar, quien pasó el cedazo de los enfurecidos militantes de MORENA y luego lo hicieron senador.
Y el otro, que se quedó atorado en la virulencia morena, fue Víctor Valencia, a quien despidieron con cajas destempladas y tuvo que refugiarse en el bastión cabadista, desde donde pretende ahora la posibilidad de ser candidato a la alcaldía.
Pero tiene dos fuertes oposiciones. El primero, es el güerito Rodolfo Martínez, quien aparece como escudero de Cabada en este proyecto del Colectivo Ciudadano. Y el segundo, una sombra que lo vincula con la estafa maestra, y que le será difícil de quitar.
Los otros dos, Colunga y el Pichú, agarraron la tabla de surfear que les proporcionó Juan Carlos Loera, y los hizo diputados.
El “proyecto” CHIHUAHUA PARTICIPA, tronó como ejote.
Y este, supongo, también.
Me explicaré.
De todos los que aparecen en la foto, ninguno es un ciudadano químicamente puro. De hecho, son priyistas renegados que de pronto se declaran independientes.
Como aquel simpático gay que dijo: “cierro un ojo, cierro el otro ojo… Y nada que ver”.
El único verdaderamente independiente podría haber sido Alfredo El Caballo Lozoya, a quien invitaron, pero elegantemente se deslindó de la trampa.
“No formo parte del Colectivo Ciudadano” dijo en un comunicado de prensa.
Y comentó que recibió la invitación, pero andaba fuera del país recibiendo un galardón.
El Caballo, le puso colmillo a la invitación. Y salió bien librado al declarar:
“Siempre he estado abierto a dialogar con diferentes actores políticos y sociales, pero siempre desde una base ciudadana, como la he venido haciendo desde mi incursión en la política en el 2016, y seguiré ese mismo camino”.
Mientras vemos que camino toma esta nueva agrupación, me arriesgaré a calificarlos como CIUDADANOS FAKE, por intentar cubrir su tinte partidista con la careta de ciudadanos sin partido.
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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