La protección y defensa de los derechos humanos en la Constitución Mexicana, se hicieron realidad con la reforma que entró en vigor el año 2011, la cual ha tenido como mandato crear una nueva cultura, poniendo al centro la dignidad de las personas. Antes de los derechos humanos, diversas leyes federales y estatales, eran promulgadas por las legislaturas para proteger la vida de las mujeres, ante el infame aumento de asesinatos.
A través de mi experiencia como abogado desde hace cuarenta años, ha cambiado sustancialmente el derecho en todas sus ramas, incluyendo el derecho familiar, básicamente para proteger los derechos de la familia que la integran, en las diversas modalidades que existen hoy en día. Así como a los niños y a las niñas como principal objetivo, siendo considerados como prioridad en la defensa de sus derechos.
Mucha razón tuvo el Maestro Eduardo J. Couture, eminente jurista uruguayo quien redactó el famoso Decálogo del Abogado, retomado en América Latina como los mandamientos que se imponen a los abogados en cuanto a la conducta y ética, que contiene los valores para hacer valer la justicia principalmente.
Es un instrumento esencial en la vida profesional del abogado, que nos motiva para implementar las leyes en pro de la justicia. El decálogo nos ubica desde el primer mandamiento y los que siguen: El derecho se transforma constantemente, se aprende estudiando, pero se ejerce pensando, la abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia, por lo que tenemos el deber de luchar por el derecho; pero el día que encontremos conflicto el derecho con la justicia, debemos luchar por la justicia. Nos obliga a ser leales con el cliente, a tener tolerancia, paciencia y prudencia. A tener fe en el Derecho como el mejor instrumento para la convivencia humana, a la justicia como destino normal del Derecho y a la paz como subsistutivo bondadoso de la justicia.
Hemos aprendido valores insustituibles en el ejercicio de nuestra profesión como abogados. Por eso protestamos ante la injusticia. Por eso exigimos la aplicación de las leyes inherentes ante los casos concretos que ventilamos en los juzgados y ante las autoridades judiciales que tienen fallas en la aplicación del derecho. Exigimos cambios en las leyes que se contraponen a la justicia.
Estos antecedentes los menciono, porque existe un sinnúmero de casos de violencia familiar, de conductas delictivas en contra de las mujeres y la niñez principalmente, por lo que a través de los diversos juicios que han llegado hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, han emitido resoluciones que ya son obligatorias en todo el país, independientemente de las legislaciones locales.
Comprometido como abogado, en base a la experiencia, mi artículo va enfocado a prevenir a tiempo lo que se puede convertir en tragedia. Desgraciadamente nos hemos topado con juezas principalmente, que no toman en serio el peligro que acecha a una mujer o niña cuando se demanda su protección, falta de empatía y sensibilidad que nos obligan a tomar medidas ante las autoridades que son sus superiores. A pesar de ser abogadas, son las que menos aplican medidas de protección para evitar hasta el feminicidio.
Hemos denunciado ante el Tribunal Superior de Justicia en el Estado de Chihuahua, a jueces que incumplen con sus obligaciones que imponen los códigos del estado y sobre todo las leyes federales y la propia Constitución.
Lo que más prevalece es la violencia física y psicológica contra las mujeres. La violencia patrimonial y económica. Recientemente se aprobó en el Senado de la República incluir la violencia vicaria que es aquella que ejercen los esposos, concubinos, novios o pareja contra su mujer; cuando las amenazan con quitarle a sus hijos o la guarda y custodia o incluso matarlos y matarla. También cuando utilizan a los hijos hablando mal de ellas, o las humillan frente a ellos y hasta las vigilan con cámaras en su casa y localizador en la calle.
La violencia patrimonial se ejerce cuando se aprovechan por desconocimiento o mala asesoría legal, dejándolas sin casa, sin dinero, sin propiedades que se adquirieron durante el matrimonio porque se casaron bajo el régimen de separación de bienes y acceden a firmar el divorcio sin una buena defensa. Violencia económica cuando las limitan en los gastos o cuando controlan el ingreso de sus percepciones económicas, o cuando les pagan menos haciendo el mismo trabajo de un varón.
Mujeres adultas mayores que se dedicaron al hogar toda la vida y que tienen derecho a una pensión compensatoria que debe ser impuesta por el mismo tiempo que estuvo casada con su esposo o concubino.
Actualmente la mujer tiene muchos privilegios y derechos derivados de la conducta delictiva provocada por el machismo, el patriarcado, celotipia o adictos al alcoholismo y a las drogas.
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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