Con millones de votos aún sin cortar el miércoles en el estado más poblado de EEUU, aún había incertidumbre sobre cerca de una docena de los 52 escaños de California en la Cámara Baja. Los más reñidos eran en la región de Los Ángeles y en Valle Central.
En el sur de California, los demócratas Katie Porter y Mike Levin estaban enfrascados en contiendas cerradas, a pesar de una campaña del presidente Joe Biden a su favor en los últimos días de la campaña.
En el este de Los Ángeles, el republicano Ken Calvert iba detrás del demócrata Will Rollins por 12 puntos, pero menos de una tercera parte de los votos anticipados habían sido contados.
En el Valle Central, el republicano David Valadao, quien votó a favor de impugnar al entonces presidente Donald Trump, tenía el 54 % de los votos contados hasta ahora en su contienda con el demócrata Rudy Salas, pero la mayoría de las boletas no han sido tabuladas.
Si los demócratas derrotan a Calvert y logran ganar otras contiendas donde llevan la delantera o tienen una pequeña desventaja, el año sería parecido a 2018, cuando el partido capturó siete escaños ocupados por republicanos y recuperó el control de la Cámara de Representantes.
Pero si Calvert resiste y los republicanos superan a Porter y Levin y ganan una banca abierta en el centro de California, el escenario sería similar a 2020, cuando los candidatos republicanos desplazaron a cuatro demócratas en un estado donde están en desventaja 2-1 entre los votantes registrados.
Si los demócratas logran mantener los escaños de Porter y Levin, y derrotan a Calvert, “la llamada marea roja que recorrió el país se convertirá en una contramarea”, dijo Thad Kousser, un profesor de ciencias políticas en la Universidad de California en San Diego.
En general California logró mantener su inclinación liberal el día de la elección, con el gobernador Gavin Newsom y el senador Alex Padilla, ambos demócratas, que fueron reelegidos.
Los votantes también apoyaron abrumadoramente incluir el derecho al aborto en la constitución estatal y la Legislatura quedó firmemente en manos demócratas.
Los republicanos solo ocupan 11 escaños de los 53 del estado, que quedarán reducidos a 52 el año que viene porque el gran crecimiento poblacional que disfrutaba California se ha estancado en los últimos años.
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