Los vientos provocaron que el incendio forestal en Oregón creciera exponencialmente hasta cubrir unos 1.600 kilómetros cuadrados. Los vientos ahora se han reducido y esto ha permitido a los bomberos avanzar en su lucha.
Estados Unidos (VOA/) – Los bomberos del estado de Oregón lograban el viernes avanzar en su lucha sin cuartel contra el mayor incendio forestal que azota en estos momentos a Estados Unidos, gracias a días de combate contra las llamas y a una reducción en la fuerza de los vientos.
El 40% del incendio, llamado Bootleg, estaba ya controlado, aunque no antes de que destruyera unas 70 viviendas, informaron los bomberos.
“En este momento, este es el cuarto incendio más grande que sucede en Oregón desde 1900. Y las condiciones climáticas, ventosas y secas, con relámpagos, son realmente problemáticas. Se perfila como otra temporada difícil de incendios forestales”, advirtió la gobernadora de Oregón, Kate Brown.
Los vientos habían reducido su velocidad a unos 16 km/h, lo cual fue un alivio ante lo ocurrido la semana pasada cuando las llamas crecieron exponencialmente debido a los vientos, según dijo la portavoz de los bomberos Angela Goldman a la agencia noticiosa Associated Press.
El incendio, que fue desatado por relámpagos, avanzaba a un paso de 6 kilómetros diarios, hasta alcanzar una superficie de 1.616 kilómetros cuadrados. A partir del jueves, empezaron a escucharse buenas noticias.
Las cuadrillas aseguraron las líneas de contención y, en su parte sureste, lograron asegurar un punto de apoyo sustancial, lo que les permitió reducir los patrullajes nocturnos de lo que había sido una lucha “frenética de 24 horas, 7 días a la semana”, dijo Goldman el jueves. Sin embargo, la poca humedad y las altas temperaturas siguen siendo preocupantes.
Mientras tanto, un experto en temas ambientales al otro extremo del país comentaba sobre la necesidad de hacer cambios en las políticas ante lo que es un fenómeno ocasionado por el cambio climático.
“En el último siglo hemos tenido en el país una política de suprimir las quemas y como resultado tenemos más vegetación que ahora está más seca y estamos más expuestos a incendios más grandes y más fuertes”, explicó Daniel Suman, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Miami. “Entonces sería mejor adoptar una política de pequeñas quemas programadas”.
* Con información de José Pernalete, desde Miami.
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