La reunión de dos días en la isla de Bali comenzó bajo la sombra de un ataque militar ruso que sacudió los mercados, disparó los precios de los alimentos y avivó una inflación vertiginosa, una semana después de que el principal diplomático de Moscú abandonara las conversaciones con los ministros de Relaciones Exteriores del foro.
“Rusia es la única responsable de los efectos negativos en la economía mundial”, dijo la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, a la delegación rusa en la sesión inaugural, según un funcionario del Tesoro.
“Los funcionarios de Rusia deberían reconocer que se están sumando a las terribles consecuencias de esta guerra a través de su continuo apoyo al régimen de Putin. Ustedes comparten la responsabilidad por las vidas inocentes perdidas”.
A ella se unió la ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, quien le dijo a la delegación de Rusia que eran responsables de “crímenes de guerra” en Ucrania debido a su apoyo a la invasión, dijo un funcionario canadiense.
“No son solo los generales los que cometen crímenes de guerra, son los tecnócratas económicos los que permiten que la guerra suceda y continúe”, dijo Freeland, según el funcionario.
Tanto el ministro de Finanzas de Rusia, Anton Siluanov, como el ministro de Finanzas de Ucrania, Serhiy Marchenko, participan virtualmente en la reunión.
En cambio, Moscú envió al viceministro de Finanzas ruso, Timur Maksimov, para que asistiera a las conversaciones en persona. Estuvo presente tanto en la condena de Yellen como en la de Freeland, según una fuente presente en las conversaciones.
El país anfitrión y presidente del G-20, Indonesia, advirtió a los ministros que no abordar las crisis energética y alimentaria sería catastrófico.
En sus comentarios de apertura, la ministra de Finanzas de Indonesia, Sri Mulyani Indrawati, pidió a los ministros que trabajen juntos con un espíritu de “cooperación” porque “el mundo está atento” a las soluciones.
“El costo de nuestro fracaso es más de lo que podemos pagar”, dijo a los delegados. “Las consecuencias humanitarias para el mundo y para muchos países de bajos ingresos serían catastróficas”.
La reunión se ha centrado en gran medida en las crisis alimentaria y energética que pesan sobre una recuperación mundial ya frágil de la pandemia de COVID-19.
“Las acciones de (el presidente ruso, Vladimir) Putin, que incluyen la destrucción de instalaciones agrícolas, el robo de granos y equipos agrícolas, y el bloqueo efectivo de los puertos del Mar Negro equivalen a usar los alimentos como arma de guerra”, dijo Yellen en un seminario vespertino.
Indrawati dijo que los miembros habían “identificado la necesidad urgente de que el G-20 tome medidas concretas” para abordar la inseguridad alimentaria y ayudar a los países necesitados.
Yellen también está presionando a los aliados del G-20 para que fijen un tope en el precio del petróleo ruso para ahogar el cofre de guerra de Putin y presionar a Moscú para que ponga fin a su invasión mientras reduce los costos de energía.
Yellen encabezó en abril una huelga multinacional de funcionarios financieros cuando los delegados rusos hablaron en una reunión del G-20 en Washington, pero no hubo tal acción el viernes.
Es poco probable que se emita un comunicado final cuando finalicen las conversaciones el sábado debido a los desacuerdos con Rusia.
‘Organizarse’
El presidente del G-20, Indonesia, que persigue una política exterior neutral, se ha abstenido de no invitar a Rusia a pesar de la presión occidental.
“Necesitamos actuar juntos para demostrar por qué el G-20 merece su reputación como el principal foro para la cooperación internacional”, dijo Indrawati.
Junto a los ministros de Moscú y Kyiv, el ministro de Finanzas de China, Liu Kun, y el nuevo ministro de Finanzas de Gran Bretaña, Nadhim Zahawi, solo asistieron virtualmente.
La jefa del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, comparecerá en persona después de decir el miércoles que el panorama económico mundial se había “oscurecido significativamente” debido a la invasión de Moscú.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, participará virtualmente, pero el presidente ejecutivo del Banco Mundial, David Malpass, no asistirá.
La reunión es un preludio de la cumbre de líderes en la isla de Indonesia en noviembre, que tenía como objetivo centrarse en la recuperación mundial de la pandemia de COVID-19.
Otros temas que abordaron los ministros incluyeron la inclusión financiera digital, con más de mil millones de la población mundial aún sin acceso a una cuenta bancaria, y la fecha límite para una revisión de las normas fiscales internacionales.
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