“Adoptaremos una estrategia que entrelaza más estrechamente todos nuestros instrumentos de poder nacional – diplomacia, militar, inteligencia – con los de nuestros aliados y socios”, dijo.

Blinken reiteró el compromiso de EE.UU. con la libertad de navegación en el Mar de China Meridional, un área donde dijo que las acciones de China amenazan el movimiento de 3.000 millones de dólares en productos al año.

“Es por eso que hay tanta preocupación desde el noreste de Asia hasta el sudeste asiático y desde el río Mekong hasta las islas del Pacífico por las acciones agresivas de Beijing que reclaman el mar abierto como propio, distorsionan los mercados abiertos a través de subsidios a sus empresas estatales, niegan las exportaciones o revocan acuerdos para países con cuyas políticas no está de acuerdo ”, dijo Blinken.

“Participar en actividades pesqueras ilegales, no declaradas y no reglamentadas. Los países de la región quieren que este comportamiento cambie. Nosotros también”, aseguró el diplomático.

China compite con Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam por la soberanía sobre partes del mar rico en recursos, que se extiende desde Hong Kong hasta Borneo.

El mes pasado, China se comprometió a evitar el dominio en el Mar de China Meridional, pero los expertos dijeron que la promesa llega demasiado tarde para convencer a los demandantes más pequeños del sudeste asiático de la vía fluvial estratégica después de años de expansión china.

Blinken dijo que “defender el orden basado en reglas no es reprimir a ningún país” y que Estados Unidos no busca conflictos en la región.

También discutió los esfuerzos para promover el comercio justo en el Indo-Pacífico, para abordar las deficiencias de infraestructura que desafían el crecimiento inclusivo, la necesidad de desarrollar resiliencia para enfrentar desafíos como la pandemia COVID-19 y abordar el cambio climático mediante la inversión en nuevos tipos de trabajos.