Chihuahua es clave en el cumplimiento del Tratado de 1944; Sheinbaum afirma que se pagará sin afectar el abasto nacional.
Ciudad de México (ADN/Arturo Hernández) – En medio de la creciente presión de Estados Unidos por el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, participa activamente en las negociaciones bilaterales encabezadas por el Gobierno de México, confirmó la presidenta Claudia Sheinbaum este martes, desde Palacio Nacional. El conflicto por el agua ha escalado tras las declaraciones del expresidente Donald Trump, quien exigió el pago inmediato del recurso o advirtió represalias comerciales.
Sheinbaum explicó que la participación de los gobernadores de los estados fronterizos —Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua— es fundamental, dado que estas entidades controlan y gestionan el agua del río Bravo, cuya administración es objeto del tratado binacional firmado hace más de 80 años. En el caso de Chihuahua, los afluentes y presas en su territorio juegan un papel determinante en el cumplimiento de las entregas comprometidas.
El expresidente Trump, en un acto de campaña reciente, lanzó una advertencia directa: si México no entrega antes del 31 de diciembre los 246.6 millones de metros cúbicos de agua pendientes a productores agrícolas de Texas, se impondrán aranceles del 5% a productos mexicanos. Además, aseguró que México mantiene un adeudo histórico de 986.4 millones de metros cúbicos acumulado en los últimos cinco años, lo que incrementa la presión para el país en un contexto marcado por sequías severas y demandas crecientes de agua en ambos lados de la frontera.
Ante estas declaraciones, Sheinbaum sostuvo que México busca cumplir con los compromisos internacionales sin comprometer el abasto humano ni la producción agrícola nacional. Subrayó que el Tratado de 1944 contempla mecanismos de ajuste en caso de sequía, por lo que el agua no entregada en un ciclo debe compensarse en el siguiente quinquenio.
“Si en un ciclo México debía entregar 500 millones de metros cúbicos y solo pudo entregar 300 por sequía, en el siguiente ciclo debe sumar esos 200 faltantes”, detalló la presidenta, al tiempo que descartó la posibilidad de renegociar el tratado, al considerarlo benéfico para México, ya que garantiza un suministro anual de 1,850 millones de metros cúbicos del río Colorado por parte de Estados Unidos.
Maru Campos ha reiterado en diversas ocasiones que Chihuahua no puede asumir sola el costo del tratado, pues las principales presas del estado, como La Boquilla y El Granero, también abastecen a comunidades agrícolas y urbanas del estado. En anteriores ciclos de entrega, productores del centro-sur del estado han protagonizado movilizaciones en defensa del agua, señalando que el cumplimiento del tratado ha puesto en riesgo su sustento.
La negociación actual se desarrolla en un contexto geopolítico delicado, con Estados Unidos en periodo electoral y México enfrentando crisis hídricas en diversas regiones. No obstante, Sheinbaum insistió en que se hará todo lo posible para evitar sanciones y cumplir con el tratado sin comprometer los derechos de los mexicanos.
El Tratado de Aguas de 1944 establece que México debe entregar 2,185 millones de metros cúbicos del río Bravo cada cinco años, mientras que Estados Unidos garantiza a México una entrega anual del río Colorado. Este acuerdo ha sido considerado históricamente equilibrado, pero su cumplimiento se ha tornado cada vez más complejo debido al cambio climático, la sobreexplotación y la falta de infraestructura hídrica en varias regiones.
Mientras tanto, en Chihuahua, la atención se centra en cómo impactarán estas decisiones en las presas estatales y en los productores agrícolas del centro-sur, quienes ya han expresado su preocupación por el uso del agua almacenada para cumplir con las obligaciones internacionales. La intervención directa de la gobernadora en las mesas de negociación es vista como un intento de asegurar que los intereses del estado sean considerados en este proceso crucial.
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