Especialistas de México y Estados Unidos debatieron alcances, riesgos y ajustes necesarios de la elección popular de jueces durante foro académico en la Universidad de Texas.
Austin, Texas (ADN/Staff) – *Académicos, autoridades judiciales y especialistas en derecho constitucional de México y Estados Unidos analizaron el estado y las perspectivas de la reforma judicial mexicana, a un año de su implementación, durante el encuentro internacional *Judicial Elections in Mexico: Reflections on the Judicial Reform, One Year Later, organizado por la UNAM y la Universidad de Texas en Austin.
El foro, realizado en el Eidman Courtroom de la UT Austin, se centró en el modelo de elección popular de jueces, la legitimidad democrática del Poder Judicial y los desafíos institucionales derivados de la reforma, en un contexto de amplio debate político y jurídico en México.
Durante la apertura, el director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM, John M. Ackerman, destacó que la transformación del Poder Judicial representa un cambio estructural que inevitablemente genera controversia, por lo que el diálogo académico internacional resulta clave para comprender su alcance histórico y comparado.
La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Lenia Batres, ofreció la conferencia magistral Logros y retos de la reforma judicial mexicana, en la que expuso que la reforma busca acercar la justicia a la ciudadanía, eliminar privilegios y fortalecer la austeridad judicial, sin menoscabar la independencia del Poder Judicial.
“No estamos actuando contra la independencia judicial; estamos construyendo un Poder Judicial con mayor compromiso social y con jueces capaces de atender la realidad concreta de quienes buscan justicia”.
Batres subrayó que la nueva relación entre jueces y sociedad está orientada a una justicia sensible a los contextos sociales, particularmente de víctimas, mujeres, pueblos indígenas y sectores históricamente excluidos, lo que —afirmó— fortalece la legitimidad y la transparencia institucional.
En una segunda conferencia magistral, el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Jaime Cárdenas Gracia, *revisó los fundamentos históricos y teóricos de la reforma, señalando problemas estructurales previos como opacidad, corrupción, nepotismo y subordinación política. Asimismo, planteó **ajustes técnicos para futuros procesos electorales judiciales*, entre ellos el fortalecimiento de los comités de evaluación y mayores exámenes de mérito.
“El principio de elección popular de jueces llegó para quedarse; ahora debemos perfeccionarlo para asegurar procesos imparciales, equitativos y plenamente confiables para toda la sociedad mexicana”.
Durante la primera mesa de discusión, Ackerman sostuvo que la experiencia comparada de Estados Unidos demuestra que la elección popular de jueces no debilita, sino que puede fortalecer la justicia, y afirmó que el modelo mexicano representa un cambio profundo en la relación entre el Poder Judicial y la ciudadanía, al desplazarlo de la lógica tradicional de control político.
En una segunda mesa, académicos de la UNAM, la Universidad Panamericana y la Universidad de Houston coincidieron en que la reforma judicial constituye un punto de inflexión para el proyecto democrático mexicano, al replantear el sentido social del constitucionalismo en un contexto de desigualdad y crisis de representación.
El encuentro concluyó con el reconocimiento de que *la reforma abre un horizonte de transformación democrática, pero también con el consenso de que **existen aspectos perfectibles que deberán ajustarse para garantizar su viabilidad, eficacia y legitimidad*, así como con el compromiso de mantener la colaboración académica internacional para dar seguimiento a los cambios institucionales en México.
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