- El progreso de Ciudad Juárez con el Chamizal
La víscera gana a quien no tiene control de sus emociones ni sabe domarlas, aquel que le repugna que le den la contraria o aquella que se siente omnipotente y que todo lo puede porque su corte de sanguijuelas así se lo hacen creer.
Es el triste caso de la Alcaldesa de Chihuahua Capital María Eugenia Campos al sentirse derrotada por la ciudadanía en el plebiscito y con muy escasas posibilidades de la grande del estado.
Tiene el espíritu del PRIAN muy pegado como etiqueta de piel, soberbios, caprichosos, petulantes y se sienten hechos a mano. Según ellos se cuecen aparte del populacho al que terminan recurriendo para solicitar su voto, el desprecio en su máxima expresión, la hipocresía y la falsedad a flor de piel.
Qué triste es llegar y pasar por Chihuahua y ver que de aquella hermosa ciudad cosmopolita bien iluminada, limpia, progresista en su imagen y en su infraestructura urbana se va perdiendo poco a poco, se va oscureciendo como un acto deliberado y premeditado.
Un acto de venganza a la población que se le ocurrió votar en su contra en el plebiscito y que tiene muy mal humorada a la vengativa Maru Campos.
Sin rumbo ni plan de recate a la ciudad, no le interesa, le interesa más y le preocupa más buscar la forma de presionar y lograr vencer y sacar a flote su plan de iluminación de la ciudad, igualita que Armando Cabada, solo que Cabada le saco al plebiscito, dijo más vale correr que aquí morir, lo que no sucedió con la Alcaldesa de Chihuahua, se confió que por sus “encantos” políticos podría sacar su plan de iluminación, craso error, se enfrentó a su realidad como duartista disfrazada de panista en su momento pasado.
Sí, ya hay oscuridad en la capital del estado, los manchones oscuros se comienzan a notar y más se nota que no hay mano para lograr al menos pararlo.
Se notan los manchones de descuido y suciedad, no hay el programa eficiente de limpieza de antaño, o se nota la ausencia de la mano del gobernador en turno, una de dos.
Maru Campos no puede quejarse de que le dejaron una ciudad dejada, sucia, abandonada, porque no fue así. La inercia de Chihuahua es que ese rumbo lleva, pero por la gestión y los berrinches de la Doña.
El tiempo avanza y hay cosas que el tiempo engrandece y que resultan difíciles de revertir en el corto plazo, la ciudad se le va encima a Maru Campos.
Todo lo contrario a Juárez que efectivamente el pobre de Armando Cabada la recibió desecha, y por su espíritu competitivo no podía quedarse atrás y ya la puso peor. Ahí la lleva, el tiempo ganándole y la ciudad cayéndose a pedazos todos los días.
Vamos la próxima semana a una vueltecita, otra vez, a Hidalgo del Parral para actualizar nuestro comparativo entre las tres ciudades, dos grandes y una mediana, y poder ver el alcance de lo que se hace con los recursos públicos, no importando el tamaño del presupuesto, sino viendo la voluntad del dirigente por hacer las cosas bien y con ganas de hacerlas… Las metidas de manos al cajón y la visera política con la que gobiernan las ciudades.
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Seguimos insistiendo, no podemos dejar atrás el sentido del progreso ordenado y sustentable de la Ciudad y el Chamizal puede apoyar en mucho irlo logrando en forma más acelerada.
Quiero hacer una pregunta:
¿Dónde estaban los AMBIENTALISTAS, cuando el parque Chamizal se vio invadido por centroamericanos migrantes ilegales y compatriotas con espíritu de inmigración ilegal que abarrotaron, defecaron, vivieron, comieron, hicieron de las suyas ocasionando polución y desastre en ese bello parque que es para el esparcimiento, la cultura, el deporte? ¿Dónde estaban? porque fue grotesco lo que ahí sucedió.
No estaban en ninguna parte, estaban en sus casitas guardaditos del frío pasando por alto lo que sucedía en su querido Chamizal ese mismo que hoy van a solicitar que sea declarado PARQUE NACIONAL como el camino para evitar que ahí se desarrolle el deporte, como se pretende hacerlo, buscando los mecanismos legales que permitan una sana convivencia entre lo PÚBLICO y lo PRIVADO… el comodato.
No seamos hipócritas, Juárez necesita de inversión, obra, infraestructura, crecimiento sano hacia áreas que fortalezcan a los jóvenes, y no tan jóvenes, y que les permita desarrollarse en actividades que en el futuro les pueda representar una fuente de vida digna como es el deporte.
Si se encuentran los mecanismos para sortear la sinergia entre PÚBLICO y PRIVADO, el asunto del estadio y la escuela deportiva en El Chamizal puede ser un gran logro y un detonante a que se generen los ingresos suficientes que alimenten más la economía Juarenses, es cuestión de óptica y conste no estamos en el punto de ser anti naturalistas, pero si somos muy conscientes de que no sucede nada de catastrófico en que se detone el Chamizal, al contrario.
La esencia de la donación del Chamizal es perfectamente bien clara, no tiene porque asustarnos ni andarle buscando chichis a las gallinas, es para fortalecer la cultura y el deporte y se debe ir por ello.
Dejemos a los envidiosos que lloren solos en el rincón de las amarguras y pensemos más en grande porque Juárez lo merece, Juárez merece ciudadanos más involucrados en salvar su ciudad de lo que hoy tiene, que andarnos buscando como fregarnos unos a los otros.
Pero eso sí, nada de dinero público en esas obras, ya el mismo comodato representa muchos millones de pesos para sustentar el lucro de la obra.
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