En el CXII Aniversario del Ejército Mexicano, la presidenta del Congreso en Chihuahua destacó su papel esencial en la seguridad y lealtad hacia el país.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) La conmemoración del CXII Aniversario del Ejército Mexicano fue un evento significativo que reunió a autoridades y ciudadanos en un momento de reflexión sobre la labor de las fuerzas armadas en la construcción del México contemporáneo.
Elizabeth Guzmán Argueta, Presidenta del Congreso del Estado de Chihuahua, utilizó esta ocasión para rendir homenaje a la historia y el compromiso de una institución que ha estado presente en los momentos más cruciales de la nación. Su discurso hincó el diente en valores fundamentales como la igualdad, la integridad y la lealtad, reavivando el orgullo patrio entre los asistentes.
En su intervención, Guzmán Argueta enfatizó el papel del ejército no solo como defensor de la soberanía nacional, sino también como un actor de relevancia en la estrategia estatal de seguridad. En un estado como Chihuahua, donde la violencia y el crimen organizado han generado un clima de incertidumbre y desconfianza, el Ejercito Mexicano se ha convertido en un pilar esencial para garantizar la paz y la tranquilidad de las familias chihuahuenses.
Este rescate de la imagen y función del ejército en la actualidad se complementa con un reconocimiento a los actos heroicos de sus integrantes, que se han desplegado en diferentes escenarios dentro de la lucha por la seguridad pública.
La figura del ejército en México ha evolucionado a lo largo de su historia. Desde su participación en la Guerra de Independencia hasta su papel en conflictos más recientes, las fuerzas armadas han sabido adaptarse a las necesidades del país. Frente a recientes crisis de seguridad, su labor ha ido más allá del combate al narcotráfico, involucrándose en tareas de asistencia humanitaria y reconstrucción ante desastres naturales.
Este giro en su misión ha buscado consolidar la confianza ciudadana y fortalecer la relación entre las fuerzas armadas y la población civil, lo cual es aún más relevante en contextos donde se percibe la necesidad de una mayor cooperación entre ambos.
Guzmán Argueta hizo un llamado al reconocimiento de esas “tareas de gran dimensión histórica y social” que realizan las mujeres y hombres del ejército. Al hacerlo, se destaca no solo su labor en el ámbito militar, sino también su contribución en ámbitos como la educación, la salud y el desarrollo social.
Esta visión ampliada realza la importancia de considerar al ejército como un organismo integral, cuya participación en la sociedad trasciende el mero uso de la fuerza, pasando a ser un agente de cambio y desarrollo en comunidades vulnerables.
Este enfoque de conmemoración también resuena con las necesidades actuales de los chihuahuenses. En un estado con una historia marcada por la violencia, la imagen del ejército como un aliado en los esfuerzos por restablecer la paz se presenta como un rayo de esperanza.
La Presidenta del Congreso recordó el compromiso del ejército hacia el bien común, enfatizando que su fortaleza radica no únicamente en su capacidad de respuesta ante situaciones adversas, sino en su vocación de servicio y su propósito de construir una nación unida y segura.
La conmemoración del CXII Aniversario del Ejército Mexicano no es sólo una celebración de la fuerza y disciplina, sino también un llamado a la reflexión sobre el papel de las fuerzas armadas en el tejido social de nuestro país.
En un contexto donde la violencia y la inseguridad siguen siendo problemáticas centrales, la figura del ejército se reinterpreta continuamente, buscando una cercanía con la ciudadanía que permita enraizar sus acciones no solo en el ámbito militar, sino sobre todo en el desarrollo y bienestar de la población mexicana.
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