Hablar del científico José Donaciano es desempolvar la historia de un hombre brillante y universal que merece ser revisado.
Ciertamente me sorprendió mucho el encontrarme con este personaje y seguir su huella académica. Yo solo tenía conocimiento de que Gabino Barreda había sido discípulo de Augusto Comte, pero con bastante gusto redescubro a otro mexicano que asistió a las fiestas científicas más importante y sobre todo, conocer al famoso Luis Pasteur, pero me salta más otra duda ¿Por qué en la clase de Química no nos hablan de él? ¿Por qué no hay calles con su nombre o alguna estatua?
Es claro que el historicismo (abuso de la historia) político se ha sobre agotado, en años recientes se inauguró una estatua de Benito Juárez en el parque del Chamizal rumbo al puente de las Américas ¿De verdad era necesario poner otra estatua de Juárez en un municipio que se llama Ciudad Juárez?
Por supuesto esa estatua pasó desapercibida por el sobre agotamiento del discurso político, mejor se hubiese buscado un personaje local o un letrado como los hermanos Escobar. Esto es un mal que hay en los tres niveles de gobierno y que ciertamente es un desperdicio de recursos. Así que mejor vayamos a conocer a José Donaciano Morales.
Estudió latinidad y lógica, presentado exámenes en el Seminario Conciliar, pasando al Colegio de San Juan de Letrán y la Escuela Nacional Preparatoria al fundarse este plantel; luego pasó a la Escuela Nacional de Medicina para seguir sus estudios farmacéuticos.
En 1875 estuvo a cargo de la Cátedra de Análisis Química, también fue profesor de Farmacia; a lo que le siguieron las cátedras de Química Médica y Taxología, así como la de Farmacia Galénica.
Fue vocal del Consejo Superior de Salubridad en 1876. En 1889 siguió dos cursos en el Instituto Pasteur de Paris, especialmente los del doctor Roux, al grado de ser invitado en la ceremonia de las bodas de plata del mencionado instituto, presidida por el presente de la república francesa, como uno de los fundadores del instituto.
Fue asiduo asistente al laboratorio del profesor F. Schutzenberg; acompañándole en sus trabajos e investigaciones. Tal fue la importancia de Morales que el sabio profesor dirigió al Ministro de México en Francia, la siguiente carta:
“Colegio de Francia.
Laboratorio Químico Mineral.
París, diciembre 15 de 1889.
Señor ministro: me habéis hecho la honra de recomendar al señor Morales, miembro del Consejo Superior de Salubridad de México, rogándome le facilitara el acceso a mi laboratorio.
Me he sentido muy feliz con la oportunidad que me habéis ofrecido de poner a disposición del señor Morales todos los recursos científicos de que dispongo, sirviendo a la vez a un sabio distinguido cuyo valor científico y especial cualidades he podido apreciar.
Estad seguro señor ministro de que en esta ocasión como en todas aquellas en que tengáis a bien disponer de mí, me sentiré muy contento y satisfecho de atestiguar mis simpatías por la gran Nación que vos sois digno represéntate: Dignaos señor ministro de aceptar con este motivo la expresión de mi más alta consideración. Firmado.”
Morales llegó a ser presentado ante Pasteur elogiosamente que de tan grande químico recibió una fotografía como obsequio con dedicatoria “Homenaje al Consejo Superior de Salubridad de México. Luis Pasteur.” Tal obsequio Morales lo entregó al Consejo y está en el Departamento de Salubridad actualmente.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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