Hablar de endeudamiento no es un tema ni pasado de moda ni extemporáneo porque hoy mas que nunca afectará a todos y a las futuras administraciones ya sea Federal, Estatal o Municipal, las necesidades de endeudarse indican que a los gobiernos no les queda otro camino, y muchos ya no tienen ni capacidad sana de ello.
Las cifras y los datos duros salen sobrando cuando los montos vigentes y reales de los endeudamientos comienzan asfixiar a las administraciones de tal manera que se inicia a hipotecar con los ingresos futuros, y cada día los ingresos posibles más lejanos en el tiempo.
El endeudamiento público es el crédito público que obtiene el gobierno de un país, estado o municipio para financiar las operaciones que no logró con los ingresos tributarios y no tributarios, es el resultado de la necesidad de flujo de efectivo para la realización del pago de los costes de la administración, o para su urgente necesidad de obra pública.
El endeudamiento es un claro indicativo de la necesidad de encubrir déficit en la operación del gobierno, es un claro indicativo de la ausencia total de recursos para realizar la obra pública, es la ausencia total de la capacidad de ahorro de los gobiernos, de la planeación inadecuada de los ingresos contra los egresos, de gastar más de lo que se tiene y puede, gastar mucho más de lo que se genera de recursos.
Todo el endeudamiento público conlleva a que los ingresos fiscales tributarios y no tributarios se traspasen en el tiempo a las arcas de las instituciones financieras, en la medida en que se acotan los recursos disponibles para los gobiernos es en la medida que se ensanchan las arcas de los organismos financieros absorbiendo parte muy importante de los recursos plasmados en los presupuestos de egresos del gobierno, con el tiempo se convierten los organismos financieros en los dueños absolutos de los recursos públicos.
Las maromas financieras para no caer en mora de los gobiernos es una transferencia neta de recursos fiscales a los organismos financieros, su negocio es precisamente ese, tomar la mayor cantidad posible de recursos de los presupuestos públicos… esta ha sido la estrategia y en algunos casos lo han logrado ya al ser propietarios de una gran parte de los presupuestos públicos.
Es necesario entender que la deuda pública está formada por todos aquellos instrumentos emitidos para financiar el déficit público, es decir, configura la deuda contraída por el Estado y una parte muy importante de ello son los bonos y obligaciones, que constituyen el endeudamiento a corto, mediano y a largo plazo del Estado, por supuesto el rubro de proveedores es deuda también, pero mucho más manejable en perjuicio de los mismos proveedores del gobierno.
Debe haber un límite máximo tolerable y sano que se convierte en la capacidad de endeudamiento del gobierno y es precisamente la cantidad de deuda máxima que puede asumir un gobierno sin llegar a tener problemas de solvencia, se suele establecer como un porcentaje sobre los ingresos.
La capacidad de endeudamiento considerada como técnicamente aceptable se sitúa entre el 30% y el 40% de los ingresos. Esto se traduce en que idealmente la suma de las cuotas mensuales o servicio de las deudas no debería ser mayor a 1/3 de los ingresos reales en el período de los gobiernos, es el deber ser que se lo han pasado por el arco del triunfo con el aval de sus Congresos, los verdaderamente culpables de los sobre endeudamiento de los gobiernos.
En materia de deuda pública, al Congreso de la Unión le corresponde autorizar: 1) montos de endeudamiento neto para el financiamiento del estado, municipios, entidades paraestatales y paramunicipales; 2) le autoriza al gobernador para que actúe como aval o deudor solidario; 3) le autoriza al estado o municipio la contratación de endeudamiento cuando los plazos de amortización de los créditos rebasen el término de la gestión; 4) montos de endeudamiento adicionales y, 5) verificación de las operaciones de deuda.
Al parecer ha sido letra muerte ya que muchos estados hoy están ahogados por las amortizaciones de las deudas heredadas de gobiernos anteriores, esos estados enfrentan ya un grave estado de inanición financiera, hoy tienen que hipotecar futuros y comprometer más patrimonio para poder hacer frente a los compromisos inmediatos, están en una espiral de crecimiento de duda desbordado, deribado de sus incapacidades de generar ingresos, están transfiriendo recursos cada vez de mayor cuantía a los organismos financieros, dejando a los estados imposibilitados tan siquiera a cubrir sus gastos de operación que los obliga a pedir más dinero prestado.
El manejo de las deudas por los gobernadores y municipios en su mayor parte es silente, oscura contando con la complicidad sumisa de los Congresos de los Estados.
Veamos algunos ejemplos:
• En lo concerniente al endeudamiento en términos per cápita, los cinco estados más endeudados al periodo de referencia (2021) en orden descendente, son los siguientes: Nuevo León (14 mil 660.3 pesos por persona); Quintana Roo (13 mil 149.2 pesos); Chihuahua (12 mil 634.7 pesos); Coahuila (11 mil 654.6 pesos) y Ciudad de México (9 mil 570.8 pesos) estas cinco entidades federativas presentan cifras superiores en hasta en dos veces el promedio subnacional de 4 mil 709.4 pesos de deuda por persona.
• Como proporción de su Producto Interno Bruto Estatal (PIBE), los cinco estados más endeudados son Quintana Roo, con un saldo de la deuda subnacional de 8.2 por ciento del PIBE; Chiapas y Chihuahua con 6.5 por ciento; Coahuila (5.0%) y Nuevo León con 4.9 por ciento. Destaca Quintana Roo, al presentar una deuda casi 3 veces mayor al promedio subnacional de 2.9 por ciento.
• En términos del endeudamiento como proporción de sus ingresos totales, sobresale Nuevo León al presentar un indicador de 84.0 por ciento; le siguen Coahuila, con un 72.2 por ciento; Chihuahua, 69.9 por ciento; y Quintana Roo, 68.4 por ciento. Estos estados presentan cifras más de dos veces superiores al promedio subnacional de 26.5 por ciento. Estas mismas entidades destacan como las más endeudadas respecto a sus ingresos por participaciones, con proporciones que oscilan entre 197.7 y 175.0 por ciento, cifras más de dos veces y medio mayor al promedio subnacional de 69.5 por ciento. Con relación a este mismo indicador, Tlaxcala, Querétaro, Guerrero y Puebla, presentan las menores deudas, con registros inferiores al 20.0 por ciento.
• En términos de las entidades federativas, aquellas que presentan los mayores saldos en su deuda a marzo de 2021 son las siguientes: la Ciudad de México con una deuda de 86 mil 173.4 mdp; Nuevo León, 83 mil 357.0 mdp; Estado de México, 54 mil 082.9 mdp; Chihuahua, 48 mil 473.0 mdp; y Veracruz con 47 mil 047.3 mdp. La deuda de estas cinco entidades representa el 50.6 por ciento del total subnacional. En el otro extremo se encuentran los estados con el menor nivel de endeudamiento: Tlaxcala, con 9.7 mdp; seguido por Querétaro, Baja California Sur y Campeche, con montos inferiores a los 3 mil mdp.
• Entre las entidades que presentan un incremento de su deuda durante el último año (del primer trimestre de 2020 al mismo periodo de 2021), sobresalen las siguientes: Yucatán, con un alza del 80.9 por ciento en términos reales (en este caso la deuda aumentó de 4 mil 112.3 a 7 mil 714.7 mdp); Guanajuato, 38.5 por ciento (de 6 mil 126.6 a 8 mil 801.8 mdp); Jalisco, 29.5 por ciento (de 27 mil 123.4 a 36 mil 432.7 mdp); Aguascalientes, 16.0 por ciento (de 2 mil 939.4 a 3 mil 536.0 mdp); y Durango, 11.2 por ciento (de 8 mil 260.9 a 9 mil 526.9 mdp). Por su parte, entre los estados que disminuyeron su deuda destacan Tlaxcala con una disminución de -74.5 por ciento en términos reales (en este caso la deuda disminuyó de 36.6 a 9.7 mdp); Querétaro, -35.3 por ciento (de 360.9 a 242.0 mdp); Guerrero, – 19.1 por ciento (de 3 mil 951.4 a 3 mil 314.0 mdp); Nayarit, -17.9 por ciento
La diferencia en el endeudamiento entre los estados aprobados por los Congresos Locales es la visión eficiente de saber administrar los recursos públicos, la diferencia lo hace entre los que si le meten mano al cajón y los que son muchísimo más reservados y recatados haciendo un manejo más pulcro que los demás que trae como consecuencia endeudar, no endeudar o desendeudar un estado remarcando que la responsabilidad o irresponsabilidad es de los Congresos de los Estados.
La administración de un estado no solo recae en el gobernador, también es responsabilidad compartida del poder legislativo de cada estado… cuando no son sumisos, corruptos y enclenques.
Chihuahua empezó mal su nueva administración también PANISTA, ya superó en dos meses de gestión los 51 mil millones de deuda registrada en la SHCP, RECORDANDO que cuando inició el gobierno de César Duarte Jáquez, se reportó que la deuda pública era de poco más de 12,500 millones de pesos, pero cuando se le entregó la jefatura del ejecutivo local a Javier Corral Jurado, la deuda había llegado a poco más de 49,400 millones de pesos, la información oficial que se tiene, y sustentada, indica que Javier Corral Jurado entregó una deuda muy cercana a los 49,000 millones de pesos con un reconocimiento de que en Agosto del 2021 la deuda de Chihuahua bajó en mil millones de pesos.
El endeudamiento público se hace opaco dependiendo de los intereses de los gobernantes en turno, la mentira y el ocultamiento de la verdad y realidad del endeudamiento prevalecen.
El conducto para abrir la llave de la autorización de los presupuestos por parte de las mayorías en los Congreso Locales se les ha dado por denominar “Nómina Confidencial”.
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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