La elección para elegir al Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, en la que resultó triunfador Joe Biden, ha evidenciado a la democracia de ese país, ante la impugnación por fraude electoral que denunció el actual Presidente y contendiente perdedor Donald Trump, al declarar que hubo más votos de los que ciertas poblaciones tienen registrados con derecho a votar.
También la libertad de expresión que tanto pregona el sistema norteamericano, se cuestionó al cortar deliberadamente las declaraciones del presidente Trump, suspendiendo la transmisión las televisoras del país cuando lo hacía en vivo.
De tal manera que la elección viciada, deberá ser revisada por los tribunales competentes para emitir una resolución que confirme el triunfo de Joe Biden, ya que al parecer ganó por un margen muy bajo contra Trump. Lo que obliga al reconteo de voto por voto, y en todo caso exhibe a la corrupción electoral de la que no se escapa la Unión Americana, y que en México se hizo una costumbre, ante ausencia de leyes enérgicas contra actores políticos sucios y fraudulentos.
Lo cierto es, que sorprendió la actitud de los medios que cortaron la transmisión de Trump. Según esto, lo hicieron de acuerdo a su código deontológico, mismo que se opone al deber de informar lo que ocurre en el país, puesto que la denuncia pública de fraude por parte del presidente, es un derecho humano, además de conservar el poder como el primer mandatorio hasta enero del próximo año.
La forma en que se comporta actualmente la política estadunidense, deja en suspenso el resultado. O sea que legalmente no existe la certeza jurídica de que Joe Biden es el nuevo presidente que tomará posesión en enero próximo. Esto será cuando los tribunales lo decidan. Por lo tanto, las felicitaciones al presunto ganador ya se están dando en algunos países del mundo y de políticos mexicanos, como Felipe Calderón. Menos el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
¿Por qué no felicita el Presidente AMLO a Joe Biden?. Porque nuestro presidente sabe lo que es un fraude electoral, porque lo ha sufrido en carne propia. Porque se cuestionaron legalmente las elecciones en los Estados Unidos y legalmente no hay ganador todavía. Porque sería impulsivo felicitar a Biden sin que tenga en su poder el nombramiento por las autoridades de su país. Porque la prudencia es un valor importante que debe destacar en la política internacional.
Recordemos que Donald Trump gobernará cuando menos hasta el día 20 de enero de 2021, o sea dentro de dos meses. Tiempo suficiente para descargar sus acciones racistas y discriminatorias contra los mexicanos, cerrando la frontera, impidiendo vuelos a su país, aumentando impuestos de comercio exterior, deportando a más miles de mexicanos que de costumbre etc. etc., si el presidente reconoce un triunfo que todavía está pendiente de resolver.
Por eso la prudencia de nuestro Presidente AMLO es muy importante en estos tiempos de pandemia. Ya habrá todo el tiempo y los protocolos necesarios para felicitar a Joe Biden, que todo apunta a que sí será el Presidente de Estados Unidos de Norteamérica, por los siguientes cuatro años. La derrota de Trump es de más de setenta millones que votaron a su favor y eso es lo que cuida nuestro mandatario, sin exponer a la democracia internacional. La no injerencia en la política extranjera por mandato constitucional.
Por otra parte, he leído que ciertos sacerdotes de reconocida solvencia moral, reputación y vocación católica, consideran que Biden es pro aborto y que los católicos que votaron a su favor a sabiendas de ello están en pecado mortal. Además de que Joe Biden es el segundo presidente católico después de John F. Kennedy electo en 1960, lo que supone que la iglesia católica estuviera conforme con la designación de Biden.
El Papa Francisco felicitó por vía telefónica a Joe Biden, comprometiéndose a trabajar juntos en una agenda común, en la promoción de la paz, la reconciliación y los lazos comunes de la humanidad alrededor del mundo. Por lo que desconcierta que por una parte la autoridad máxima del Vaticano le otorgue bendiciones y reconocimiento a su triunfo, y por otra parte, ciertos sacerdotes pro vida, no les permitan la comunión a los fieles católicos que lo apoyaron por estar en pecado mortal.
En la política y en la religión, existe un distanciamiento al no haber uniformidad de criterios. Pues analistas y políticos mexicanos están criticando duramente al mandatario mexicano por ser prudente y esperar el momento que legalmente sea considerado Biden presidente. Y por la religión, que los sacerdotes pro vida condenan la elección a favor de un hombre que promueve el aborto, mientras su Santidad lo bendice.
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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