Cuando se politizó el problema de la pandemia se abrieron los frentes en contra del coronavirus SARS-Cov2, al abrirse se debilitaron los esfuerzos poniendo vulnerable al estado porque era cuestión de tiempo la penetración importante y peligrosa del virus en la población por el mal cálculo de los semáforos sanitarios, la fórmula de la multiplicación del virus se puso a trabajar, la capacidad hospitalaria de Chihuahua, y en especial la de Juárez, se puso al máximo con serias expectativas de ser rebasadas pronto, más pronto de lo que pudiera pensarse, todo gracias a la falta de decisiones oportunas y a tiempo y, sobre todo, el afán protagonista del Gobernador del Estado Javier Corral Jurado que es quien debió haber tomado las decisiones a tiempo, quiso manejar la pandemia en su estado al igual que los gobernadores federalistas, pues ándeles, hoy tienen que asumir su responsabilidades indiscutiblemente.
Para entender lo anterior debemos a remontarnos a los tiempos en que los gobernadores federalistas, al frente Javier Corral, pusieron distancia a las recomendaciones e instrucciones que daba la Secretaría de Salud Federal tomando el control de las medidas y la instrumentación de su propio semáforo sanitario de acuerdo a sus propias circunstancias y necesidades en cada estado federalista, se voltearon en contra del propio Dr. López Gatell y actuaron para demeritar todo su trabajo Federal para contrarrestar el impacto de la pandemia, hoy hay estados en Naranja, en Amarillo y en Verde, Chihuahua retornó a Rojo, a más que rojo podría decirse, lo más lamentable es que culparon a los ciudadanos de todo el contagio descontrolado en el estado, salieron a culpar, antes que nada, a los ciudadanos, cuando los estados federalistas, que manejaban su propio semáforo, regresaron a rojo en emergencia sanitaria, una coincidencia muy coincidente.
Los ciudadanos actúan de acuerdo a lo que las autoridades van indicando, así al menos sucedía cuando el semáforo era totalmente federal, pero en Chihuahua pudieron más los intereses llevando al gobernador a tomar la decisión de rojo hasta con retraso de más de un mes, Javier Corral, y su soberbia, no quería reconocer que había actuado mal, tardó un mes para poder declarar emergencia sanitaria en rojo al estado de Chihuahua, ahí están las consecuencias hoy, a la vista de todos.
El retraso de la implementación de las medidas de la emergencia sanitaria están pasando su factura, Javier Corral Gobernador de Chihuahua es el culpable, él debió actuar y dejarse de politiquerías, debió haber trabajado siempre de la mano de la Secretaría de Salud, pero su protagonismo lo cegó.
Aún con ello, al tener sus propias disposiciones el Gobierno del Estado alejado de la Secretaría de Salud, la Federación recurrió de inmediato a la ayuda urgentisima que requería la situación, mandó dos hospitales móviles, uno para Chihuahua y otro para Juárez, también “morgues” móviles previendo el desastre sanitario, así como los insumos para los hospitales de los militares y los hospitales públicos dependientes del estado, todo para atender COVID-19, sin faltar el recurso oportuno y rápido del ramo 33 para la salud que debe ir a los hospitales del estado.
Javier Corral no es responsable de la pandemia, pero si es responsable de su protagonismo y la inoportuna toma de decisiones necesarias y urgentes en tiempo preventivo ante la información que indicaba que las cosas se estaban descomponiendo aceleradamente en el estado, dejaron que se interpretara el semáforo amarillo como el fin de la pandemia, vaya irresponsabilidad.
El pleito de Javier Corral contra la Federación, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, va a llevar a Chihuahua a que sean los Diputados Federales de Morena los que saquen adelante el presupuesto federal para el estado y no la coordinación obligada que debe haber entre los legisladores y el ejecutivo estatal.
La capacidad de negociación con la federación está muy, pero muy limitada por parte del gobernador, sumamente deteriorada que le evita poder negociar cualquier rubro pero, cierto es, que no se le darán ni un peso más de lo que a Chihuahua le corresponde de acuerdo con la fórmula fiscal correspondiente que el mismo Javier Corral aprobó en el 2007, en el periodo de Felipe Calderón, cuando era legislador y pudo haber inconformado la fórmula fiscal del presupuesto que elevaron a rango constitucional ellos mismos, hoy se inconforma siendo esto una incoherencia absoluta del Gobernador.
Hay que recordarle al Gobernador del Estado que el próximo año la recaudación fiscal estará muy comprometida por los cierres de empresas y la caída de la economía de este año por la pandemia que obviamente afectarán en el pago de impuestos y, si los ingresos estarán justos, pues de donde quiere más dinero Javier Corral.
Hace tiempo Javier Corral debió haber implementado un proyecto de ajuste a su administración y gasto, más sin embargo no lo hizo.
El no haber implementado un plan de ajuste y el no poder pedir más créditos el próximo año Javier Corral se enfrentarán a una crisis financiera en su administración que no le permitirá maniobrar a favor de sus candidatos y partido en las próximas elecciones, o rompe su punto de equilibrio y le invierte a las campañas y candidatos, o se conduce con eficacia y saca adelante el estado en su último año de gestión.
Lo que hoy sucede no es más que culpa de Javier Corral, porque pudo haber sido más visionario y menos protagonista en la toma de decisiones que pudo haber llevado a Chihuahua a mejores circunstancias.
La saturación de personas y trabajadores que hoy se da en Centros de Abasto. Centros de Trabajo y Tiendas Mayoristas pueden indicar que las cosas siguen sin funcionar porque el riesgo de alto contagio es latente y, que tal vez, las medidas no son las adecuadas o están mal planeadas, o simplemente no les están haciendo caso y eso no corresponde a culpabilidad de los ciudadanos.
Lo que hoy le pasa a Chihuahua es culpa del protagonismo de Javier Corral porque hay dos problemas graves que Corral no puede afrontar, la pandemia y el presupuesto 2021… Y nadie, absolutamente nadie es culpable de estar así más que Javier Corral.
¿Quién no quiso adherirse al INSABI…? Javier Corral.
¿Quién ha jugado con fuego para violentar el estado…? Javier Corral.
¿Quién se distanció de la Secretaría de Salud Federal…? Javier Corral.
Seguirle echando gasolina al fuego al mandar a la conferencia mañanera a “denunciar” a Juan Carlos Loera de la Rosa sin ningún sustento no es más que reconocer que el gobernador no las trae consigo ya y, además, es reconocer que Loera de la Rosa es muy posible sea el candidato de Morena a la Gubernatura por lo que, hacerle una jugada así, le da toda la posibilidad de que su fortaleza lo convierta en un fuerte candidato, lo ha fortalecido en su afán de “quemarlo” y en lugar de ello lo engrandeció, saliéndoles el tiro por la culata.
El gobernador tiene el origen de su distanciamiento con el gobierno federal en el potencial que tiene Morena de ganar la gubernatura el próximo año y mandar a la mañanera a señalar de “posible corrupción” a Loera de la Rosa es ya una señal de que definitivamente las relaciones están totalmente rotas.
Javier Corral miente, difama y carece de valentía al interponer denuncia sin sustento, por medio de tercera persona, en la mañanera contra Loera de la Rosa.
¿Quién miente…? Javier Corral porque no sustenta, hacerlo por terceras personas es cobardía, es politiquería barata.
Loera de la Rosa ha sido claro y directo, los señalamientos a Corral él mismo los ha realizado sustentado con conocimiento y constancia, basado en su capacidad política, profesional y ética… Pero él (Loera) no terceras personas.
Los escucharon, los callaron y les pidieron que lo sustentaran.
¿Quién fue…? Javier Corral.
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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