El próximo 1° de julio se cumplirán cinco años de la elección en que los mexicanos eligieron a Andrés López Obrador y la “4T” para transformar el país: “No se puede omitir una fecha así, es muy importante”, ha dicho nuestro presidente al convocar al pueblo de México a una nueva concentración en la Plaza de la Constitución o Zócalo de la capital mexicana para recordar “ese día histórico”.
Vale la pena recordar que los 31 millones de votos que emitieron mujeres y hombres convirtió esta elección presidencial en la más votada de la historia. En esta elección, Morena y aliados lograron posicionarse también en el poder Legislativo con una presencia sin precedente en las Cámaras de diputados y senadores.
AMLO logró marcar récords históricos desde que las elecciones en México son organizadas por organismos autónomos (primero INE y luego IFE), como ser el candidato más votado en 31 de los 32 estados; el candidato con el porcentaje más amplio en comparación a su más cercano competidor, con 30.47 puntos porcentuales; traer de vuelta el “carro completo” que no se vía desde 1994 pues Ernesto Zedillo fue el último presidente en asumir la Presidencia con un partido que se llevó el llamado carro completo, es decir, con la mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado.
En estos cinco años ha arrebatado 23 gubernaturas y se encamina a las elecciones presidenciales de 2024 en “condiciones aplastantes, gobernando a 92 millones de personas que habitan en 23 de los 32 estados de la República y con predominancia en 22 entidades sobre la alianza opositora y sobre Movimiento Ciudadano”. (Sic. Milenio 06-23). De acuerdo con reportes periodístico a estas alturas tres de cada cuatro mexicanas y mexicanos viven en territorios gobernados por Morena.
Los resultados no han sido gratuitos, sobre todo porque la columna vertebral de la Cuarta Transformación de López Obrador radica en una política de gobierno con injerencia en la desigualdad y redistribución de la riqueza, política duramente criticada por grupos orquestadores de la corrupción sistémica que se resiste a morir y que desde el privilegio del poder y la riqueza intentan a toda costa descarrilar con “troyanos” esta gran maquinaria llamada Morena.
En Chihuahua, la transformación de la 4T suele ser abismal ante un Gobierno estatal apático que ha llevado al retroceso a nuestro gran estado y está más comprometido con el plan de impunidad del ex gobernador César Duarte Jáquez que con el bienestar de los chihuahuenses.
En Chihuahua, el Gobierno Federal compensa los esfuerzos de personas adultas mayores, sembradoras, sembradores, pequeños productores, personas con discapacidad, comunidades escolares, madres trabajadoras con hijas e hijos menores de cuatro años, jefas de familia, estudiantes de todos los niveles escolares, jóvenes excluidos de la educación y el trabajo, micro empresas y pequeños pescadores, entregando apoyos directos, sin intermediarios y creando con ello un atmósfera de movimiento de recursos que suma, en este 2023, más de 15 mil 700 millones de pesos.
Hablamos de 742 mil 533 personas beneficiarias de los programas de Bienestar, de las que Juárez y la región concentran el 28.7 por ciento.
Pero debemos agregar la inmensa mayoría de chihuahuenses que se han visto beneficiadas con las políticas económicas que han transformado el peso en un súper peso, las gasolinas baratas y estables, incentivos fiscales y reducción del IVA en la frontera, así como la recuperación del empleo y la política salarial como unos de los grandes transformadores pues nunca antes se había velado por los ciudadanos y los trabajadores como este gobierno. También está el programa de regularización de chuecos cuyos recursos ya son destinados al mantenimiento de vialidades, el programa de fertilizantes que está por distribuir 32 mil toneladas a los productores que más lo necesitan, los programas de atención al Ejido Creel y a los municipios serranos marginados por sexenios, así como la inclusión a Internet de las comunidades más apartadas. Y para finalizar, los recursos que llegan directo a los municipios para la inversión en infraestructura social.
Estas son “políticas para el pueblo”, razón por las que los chihuahuenses refrendaremos nuestro apoyo al presidente este 1º de julio y en 2024.
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