Juárez es la frontera más fabulosa que hay en el mundo. Lo dijo nuestro más egregio filósofo. Siempre amado… Siempre recordado.
Aquí vivimos hombres y mujeres férreos que nos abrimos paso entre el clima extremo del desierto; la marginación extrema; la violencia extrema y lo más vil y extremo de la condición humana.
Sin embargo, contrastan los nobles corazones, el amor extremo, la sensualidad extrema, la nobleza extrema, que imprimen equilibrio a esta región bendita del Señor.
Para vivir al extremo sólo en Juárez. La adrenalina al tope desde que Dios amanece.
Aquí el reto es reinventarse día a día para poder coexistir veinticuatro horas más.
Tierra de contrastes. Con 11 ejecuciones al día; media docena de robos domiciliarios; 50 car jackings; y decenas de extorsiones. Sin contar los delitos de violación, abuso infantil; trata de personas y la cereza del pastel… El coyote transfronterizo.
¿Cómo construir una sociedad pacífica dentro de la legalidad, y provocar el desarrollo económico de la región, con un material humano tan extremo?
No hay confianza en que las autoridades detengan estos extremos. Quizás si dejamos esto en manos del creador sería más factible.
Pero como tampoco es muy probable que esto ocurra, nos queda sólo sortear la circunstancia con la esperanza de que no nos toque la de malas. O a ninguno de los nuestros.
¿O será que podremos edificar una sociedad paralela. Muy “familiar”, donde no impere el mal en nuestra convivencia?
Pensemos como.
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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