Estimado presidente, AMLO, bienvenido a un lunes de buen humor, matizado por la ocurrencia de la rifa del avión presidencial y las miles de reacciones en todo el mundo. Ya me imagino la risa que corrió por los pasillos de palacio, mientras leían a los columnistas prestigiados de México y veían la avalancha de memos usted y la primera dama, doña Beatriz.
Qué chacoteo presidencial con sus colabores cercanos. Tratando al pueblo y a sus detractores de imbéciles por la capacidad que tienen para caer en las trampas de arena que usted suele poner en el camino.
Me imagino a Jesús, el pequeño de casa, diciéndolo… “estuvo ching…na esa ocurrencia del avión, jefe” y usted preguntando “¿estuvo qué…?; chido, jefe”, porque esa es otra de sus anti virtudes, que no digiere bien la realidad de nuestro país, ni las frases antagónicas que se levantan contra sus ocurrencias.
Gracias a todo eso, somos el hazmerreír del mundo. Cuando viajamos a otros países no pregunta con orgullo del presidente ‘democrático’ que tenemos los mexicanos; se burlan, se ríen del país… ¿Y cómo defenderlo, señor presidente?
El fin de semana fue genial, imagine usted, licenciado López Obrador, las mejores plumas de México desgañitadas ante escenarios de incertidumbre; intentando otorgar a su público una explicación lógica y bien estructura en relación a la rifa de la nave presidencial. Mi ‘disco duro’ está saturado de todas las hipótesis vertidas a lo largo de 72 horas que ha estado circulando su genialidad política.
Y es allí, señor presidente, donde se desnuda el periodismo en México. ¿Ya lo vio?, estamos frente a plumas chacoteras y echas al análisis simplista. En otras condiciones y en otro país, algún analista – de adeveras- hubiera dado vuelta a la ocurrencia por tratarse de eso, de una ocurrencia. Se hubieran sentido agraviados por insultar su inteligencia, pero aquí en México, no. Se volvió toda una algarabía, analistas de todas las corrientes y nivel intelectual sumados en los ‘análisis’, los caricaturistas y memistas abocados a la chunga del momento.
Los más felices, las nuevas corrientes seudoperiodísticas, hechos en el facebook o que surgieron como blogueros o youtuber, salpicando las redes sociales de absurdas conjeturas, muchos de ellos defendiéndolo a usted como si fuera un semidios.
Y Consulta Mitofsky, fiel a su costumbre, ubica en sus mediciones, en segundo lugar, el tema del avión presidencial, porque los mexicanos, señor presidente, nos brincamos la tranca y pasamos de lo muy serio, que es el problema de salud en México (primer lugar de la medición), a su ocurrencia, que es la rifa de la aeronave oficial.
Como mexicanos, licenciado López Obrador, muchas personas nos preguntamos cómo visualiza usted la vida y el país; o realmente, en qué mundo vive o cómo es ese mundo bizarro que intenta forjarnos todos los días.
El fin de semana, en la ciudad de Chihuahua, más de 200 personas de todo el país analizamos la problemática social que viene en este 2020. Nos aterrorizamos con la nueva versión de la ideología de género, versión México.
Le alerto señor presidente, intentan modificar la estructura de su gobierno; usted ya no es de centro izquierda ni socialista…usted ahora es miembro adherente, pero heterosexual, de la comunidad LGBTTIQ+.
Sus secuaces legisladores, a quienes una parte del pueblo llama ‘Amlozombies’, don AMLO, están aferrados en dividir a México con la ideología de género. Le recomiendo que analice la agenda legislativa de los diputados de Morena. Sus prioridades no es el país de los pobres y desarraigados, sino las políticas que emanan de las comunidades liberales del mundo. Están pensando en legalizar la mariguana y crear nuestro propio Ámsterdam, sueñan con las empresas paralelas a las clínicas de aborto, los niños trans como antesala a la pedofilia y todas esas linduras, como llamarle ‘matrimonio’ a una unión entre homosexuales.
Sus agendas legislativas dan miedo y a la juerga se han sumado el subsecretario de Derechos Humanos de la secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas; el sayo de palacio, Marcelo Ebrard y la doña doble moral, Olga Sánchez Cordero.
¿Qué le pasó con estos personajes, señor presidente? Aferrados en acabar con nuestra bandera tricolor y nuestra insigne águila real, símbolo patrio por excelencia, e imponer en las torres de su palacio la bandera gay.
Le advierto que no estamos en contra de las preferencias sexuales de nadie. Si un mexicano quiere contraer relación formal con un árbol de ahuehuete y otorgar un anillo nupcial a una ardilla chiapaneca, muy su decisión; que alguien salga del closet y quiera cambiar el nombre de Mario por el de Mary, respetuosos de la elección.
No se trata de una limitación de libertades, pero ¿por qué introducirlas como políticas de Estado? ¿por qué el aborto, que es un crimen, prioridad en su gobierno? ¿por qué atentar contra los niños del país con políticas absurdas como los niños trans?
Con toda seriedad, señor presidente, le pido que inicie una investigación urgente en su gabinete, entre personajes de la vida pública y la iniciativa privada; en las filas de Morena. No es un asunto de homosexuales y lesbianas, eso es muy su vida; lo otro es un asunto de delincuentes, muy parecidos a los Legionarios de Cristo y a su fundador pederasta, Marcial Maciel; o la infinidad de curas enfermos del mismo mal…o los juegos de los ricos contenidos en historias como ‘Los demonios del Edén’ de la periodista Lydia Cacho.
No es coincidencia, no es un afán malévolo de intentar incomodar su desbaratado gobierno, pero estamos seguros que varios pederastas (algunos en altos puestos de mando) están detrás de esas demandas, aparentemente sociales, porque ya se convirtieron en algo enfermizo.
Muy conveniente que en el tema de la ideología de género deje de jugar, señor López Obrador, diga abiertamente qué piensa, cómo se define, como la percibe, de qué lado está…esa vulgaridad de que “es dueño de su silencio” no es otra cosa que la tibieza a temas verdaderamente importantes, pero usted está acostumbrado a las vaciladas, como el caso del avión presidencial y la rifa de la aeronave…qué lástima.
Hasta mañana, señor presidente.
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