Para sus partidarios, Julian Assange es un héroe que, entre otras cosas, expuso las irregularidades de Estados Unidos en los conflictos de Irak y Afganistán. Insisten en que su enjuiciamiento tiene motivaciones políticas.

Pero los funcionarios en Washington han dicho durante años que los registros militares confidenciales de EEUU y los cables diplomáticos publicados en el sitio web de Wikileaks de Assange violaron las leyes de espionaje de EEUU y pusieron vidas en peligro.

El activista nacido en Australia se encuentra en una prisión británica a la espera de ser extraditado a Estados Unidos, donde se le busca por 18 cargos penales, incluida la violación de las leyes de espionaje.

El viernes pasado, la ministra del Interior británica, Priti Patel, aprobó la extradición de Assange.

El equipo legal de Assange está instando al gobierno recientemente elegido en Canberra a exigir la liberación de Assange de prisión. Se informa que Australia está presionando discretamente por su liberación y ha planteado el caso a altos funcionarios de los Estados Unidos.

Greg Barns, miembro del equipo legal de Assange con sede en Australia, le dijo a Australian Broadcasting Corp. que Canberra había intervenido para traer a casa a un sospechoso de terrorismo australiano de la Bahía de Guantánamo y a un académico de Melbourne recientemente detenido en Irán.

“Hay un precedente para que Australia haga esto. Vimos el caso más famoso de David Hicks, creo, en 2004, cuando el gobierno [del ex primer ministro John] Howard usó sus buenos oficios con la administración Bush para que David Hicks regresara a salvo de la Bahía de Guantánamo”, dijo Barns. “Nosotros lo vi en Kylie Moore-Gilbert, por ejemplo. El hecho de que un caso esté ante otras jurisdicciones no significa que Australia no pueda involucrarse”.

En un comunicado, la ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, dijo que el caso de Assange “se prolongó demasiado y que debería cerrarse”. Agregó que el gobierno australiano no podía “intervenir en los asuntos legales de otro país”.

Desde su fundación en 2006, Wikileaks ha publicado cientos de miles de archivos secretos clasificados y cables diplomáticos en lo que se ha descrito como la mayor brecha de seguridad de su tipo.

Assange ha estado luchando contra la extradición a Estados Unidos desde junio de 2019 y ha indicado que planea apelar la orden de expulsión de Gran Bretaña.