El Gobierno despejó el área del campamento improvisado, bajo el puente internacional de Del Río, en donde llegaron a reunirse unos 14.000 inmigrantes buscando asilo en suelo estadounidense.
Miami, EE.UU. (VOA) – Las polémicas imágenes de funcionarios de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos acechando con sus caballos a inmigrantes haitianos en la frontera con México hace unos días, llevó al gobierno del presidente Joe Biden a desalojar el campamento improvisado en el sector de Del Río, estado de Texas.
“A partir de esta mañana, ya no hay ningún migrante en el campamento debajo del puente internacional de Del Río”, anunció el viernes en conferencia de prensa el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas.
El alto funcionario dijo que para dejar limpio el lugar, las autoridades usaron los mismos procedimientos operativos utilizados durante meses en “este momento tan desafiante de la pandemia de COVID-19”.
Exigencia de responsabilidades
Los videos y fotografías publicados por distintas agencias de prensa mostraban a jinetes de la patrulla de fronteras espantando con las riendas de los caballos a los inmigrantes haitianos, lo que para algunos evoca el uso de “látigos”. Mayorkas reiteró que existe una investigación está en curso.
“Los agentes involucrados en estos incidentes han sido asignados a tareas administrativas y no están interactuando con los migrantes mientras la investigación está en curso”, recalcó.
Las deportaciones
Adicionalmente el secretario Mayorkas dijo que 5.000 de los inmigrantes interceptados están siendo procesados para determinar sus solicitudes de asilo.
Otras 8.000 personas decidieron regresar a distintas localidades de México, mientras unos 2.000 fueron deportados directamente a Haití en distintos vuelos y 12.400 tendrán la oportunidad de que sus casos sean escuchados por un juez.
A una pregunta de los reporteros sobre el uso ético del Título 42, Mayorkas aseveró: “Estamos restableciendo las cosas tras la inmoralidad del gobierno anterior”, en referencia a las duras políticas inmigratorias del expresidente republicano Donald Trump.
Biden también ha culpado a Trump por la gran afluencia de inmigrantes, principalmente por la frontera sur del país y ha negado que exista una crisis en ese ámbito.
Continúa el debate migratorio
La política migratoria se convirtió en uno de los principales temas de la pasada campaña presidencial. Un proyecto de ley migratoria que le permita a los millones de “soñadores” el acceso a la ciudadanía estadounidense y sus respectivos beneficios, así como la manera de abordar la inmigración irregular sacude los debates todavía.
Uno de los críticos más acérrimos de la actual situación en la frontera es el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott, quien constantemente acusa al mandatario demócrata de haber creado “una crisis”.
Abbott solicitó la declaración de emergencia federal para hacer frente los cerca de 14.000 inmigrantes, la mayoría haitianos que llegaron hasta el puente en Del Río. Asimismo, desplegó fuerzas estatales en el sector y lo justificó alegando que era para “asegurar la frontera”.
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