Los cancilleres de Estonia, Letonia y Lituania emitieron un comunicado conjunto que decía: “Lamentamos profundamente la decisión que permite la participación personal” del canciller ruso Serguéi Lavrov en el encuentro que tendrá lugar esta semana en Skopje, la capital de Macedonia del Norte.

“Esto solo le dará a Rusia otra oportunidad para su propaganda”, denunciaron.

Lavrov anunció el lunes que asistirá a la reunión, en lo que sería una inusual visita a un país miembro de la OTAN desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022. Lavrov también ha visitado Turquía, otro miembro de la OTAN y que no ha prohibido los vuelos rusos. En septiembre, fue a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas.

Ucrania también dijo que boicotearía el encuentro debido a la participación de Lavrov. El Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano emitió un comunicado acusando a Rusia de “coaccionar y socavar a la OSCE por medio del abuso de la regla sobre consensos”.

“Al recurrir al chantaje y las amenazas abiertas, la Federación Rusia sistemáticamente bloqueó el consenso en temas clave”, dice el comunicado, citando el bloqueo contra la candidatura de Estonia para ejercer la presidencia de la organización en 2024.

No hubo una reacción inmediata del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia a los anuncios de boicot.

A excepción de Bielorrusia, que es aliada de Moscú, Lavrov no ha visitado ningún país europeo desde que estalló la guerra en Ucrania.

En marzo de 2022, Lavrov no pudo asistir a una conferencia de la ONU en Ginebra después de que miembros de la Unión Europea prohibieron el paso de aviones rusos por su espacio aéreo como parte de las sanciones contra Moscú.

El diplomático ruso denunció la medida como “disparatada” en un discurso por video a la sesión, denunciando que “los países de la UE están tratando de evitar un diálogo sincero cara a cara y contactos directos diseñados para ayudar a identificar soluciones políticas a temas internacionales de gran importancia”.