El presidente reveló su retrato en óleo que adornará la Galería de los Presidentes en Palacio Nacional.
Ciudad de México (ADN/Staff) – El presidente Andrés Manuel López Obrador develó el retrato en óleo que, siguiendo la tradición, se coloca en los pasillos de Palacio Nacional al término del mandato de cada presidente. La obra se suma a la “Galería de los Presidentes” justo un día antes de que AMLO entregue el cargo a su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo.
La pintura fue realizada por el pintor yucateco Ermilo Espinosa, quien acompañó al mandatario durante la develación. El acto se realizó pocas horas después de que López Obrador concluyera su última conferencia mañanera. En entrevista previa, Espinosa mencionó que el retrato “quedó a la primera” y agradeció la “absoluta libertad creativa” otorgada por el gobierno federal para captar la imagen con la que el presidente será recordado.
El artista explicó que en la obra se buscó conjugar tres elementos representativos del gobierno de López Obrador. A través de símbolos clave, la pintura pretende no solo plasmar la personalidad del mandatario, sino también su comunicación con la ciudadanía durante su gestión. Según Espinosa, la pieza central del cuadro es el bastón de mando y la representación de la gente en el Zócalo, que fueron aspectos característicos del trato directo de AMLO con el pueblo.
“Quise capturar no solo su rostro físico, sino también su expresión, su esencia. Es un retrato no solo de la persona, sino de la investidura presidencial. La pintura es, en realidad, tres figuras a la vez conjugadas en un mismo cuadro”, señaló el pintor.
Espinosa destacó que, tras un periodo de reflexión, decidió que el bastón de mando sería el eje central del retrato. En lugar de representar la tradicional cabeza de Quetzalcóatl, optó por el símbolo de la comunicación, colocándolo frente al pecho del presidente y junto al águila de la banda presidencial. Con ello, quiso reflejar la conexión cercana que López Obrador mantuvo con la población.
El retrato también muestra al mandatario con una expresión “amable, pero firme”, en el balcón presidencial. La ventana abierta y su mano recargada en el barandal simbolizan la apertura y el contacto directo que caracterizaron a su administración. Para Espinosa, estos elementos eran fundamentales para representar al presidente de manera completa y fiel a su estilo de gobierno.
La gente como parte esencial del retrato
Uno de los detalles más novedosos de esta obra es la inclusión de la gente en el Zócalo, algo que, según el pintor, marca una diferencia con los retratos de otros presidentes. “Es el primer cuadro en el que se ve la gente; hay una ruptura con la frontera habitual, y creo que eso es lo que refleja”, mencionó Espinosa.
El cuadro ya forma parte de la Galería de los Presidentes en Palacio Nacional, donde permanecerá como testimonio del sexenio de López Obrador y de su particular forma de relacionarse con el pueblo mexicano.
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