Fue expulsado del Congreso tras señalamientos contra la oposición y defensa de la reforma.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – En medio de un ambiente tenso y polarizado, el ex dirigente de El Barzón en Chihuahua y ex funcionario estatal, Martín Solís Bustamante, fue expulsado por un grupo de productores agrícolas durante las mesas de diálogo sobre la propuesta de Ley de Aguas que se llevan a cabo en el Congreso del Estado. La irrupción ocurrió luego de que Solís expresara que los inconformes están desinformados y manipulados por legisladores de la oposición.
El incidente tuvo lugar durante una de las intervenciones públicas programadas para discutir los alcances de la nueva legislación estatal en materia de recursos hídricos. Mientras sostenía que la reforma no afecta derechos adquiridos como las concesiones de agua y su transmisión por herencia, los asistentes comenzaron a gritarle “traidor” y exigieron su salida del recinto. La situación escaló al punto de que tuvo que ser escoltado por personal de seguridad hasta el exterior del Congreso.
Ya fuera del edificio, Solís señaló que los productores han sido objeto de una campaña de desinformación orquestada por actores políticos de oposición que buscan deslegitimar la propuesta de ley impulsada por el actual gobierno estatal. “Se dicen muchas cosas falsas, como que las concesiones no se pueden heredar. Eso es mentira. El artículo 23 BIS 3 lo deja claro: si hay sucesión legal, la concesión puede transferirse al heredero”, declaró el activista.
El ex líder barzonista, quien fue parte del gabinete de Javier Corral durante la pasada administración panista, defendió su trayectoria en la lucha por los derechos del campo, en particular por el acceso al agua subterránea. Aseguró que su experiencia en estos temas le da legitimidad para participar en el debate, aunque reconoció que el clima actual está marcado por la confrontación y no por el diálogo informado.
El episodio en el Congreso refleja las divisiones profundas que ha generado la discusión sobre la nueva Ley de Aguas, una iniciativa que ha movilizado a diversos sectores del campo, especialmente en regiones como Delicias y Camargo, donde la defensa del agua ha sido históricamente una causa central. Las acusaciones cruzadas entre representantes de gobierno, legisladores y organizaciones campesinas evidencian el grado de politización que ha alcanzado el tema.
Martín Solís lamentó que su participación fuera recibida con abucheos y rechiflas, señalando que esperaba un espacio de deliberación plural y abierto, no un escenario de confrontación. “Pensé que podía participar en un diálogo plural, pero lo que recibí fue una lluvia de descalificaciones”, afirmó, insistiendo en que los foros deben mantenerse como espacios para construir acuerdos y no para agudizar divisiones. La controversia promete continuar conforme avance el análisis legislativo de la reforma.
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