En respuesta a la reciente ola de violencia en Chihuahua, el diputado Cuauhtémoc Estrada cuestiona la responsabilidad y las acciones de la gobernadora, exigiendo estrategias efectivas.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – En un clima de creciente inseguridad que ha sacudido al estado de Chihuahua, marcado por un alarmante incremento en los índices de homicidios, cuerpos incinerados y la aparición de narcomantas, la figura política del diputado Cuauhtémoc Estrada emerge entre la incertidumbre, lanzando una crítica directa hacia la administración actual. Estrada, coordinador de los morenistas en el Congreso del Estado, lanza una pregunta que resuena con fuerza en el aire cargado de preocupación: “¿A quién insultará la gobernadora ahora? ¿A quién culpará?”
Esta interrogante no surge de la nada. Viene alimentada por una serie de eventos violentos que han escalado en las últimas semanas, poniendo en jaque la seguridad de los chihuahuenses. La situación, descrita por Estrada como “preocupante”, obliga a una reflexión crítica sobre el manejo de la crisis de seguridad por parte de la gobernadora. La mención a las narcomantas y la referencia al caso LeBarón subrayan la gravedad del contexto en el que se enmarca su cuestionamiento, evidenciando una preocupación profunda por la estrategia de respuesta ante la violencia que asola el estado.
La expectativa de Estrada hacia una reacción “más responsable y madura” de parte de la gobernadora refleja la urgencia de establecer una estrategia efectiva que contrarreste la ola de inseguridad. La crítica va más allá de la búsqueda de culpables; es un llamado a la acción conjunta y al establecimiento de políticas de seguridad que puedan revertir la tendencia violenta que hoy domina los titulares.
Los hechos recientes, como el incremento de homicidios en la capital, masacres en eventos funerarios y asesinatos brutales, son un testimonio alarmante del deterioro de la seguridad en Chihuahua. Cada uno de estos eventos, marcados por la violencia extrema, no solo afecta a las víctimas directas, sino que siembra el miedo y la incertidumbre en toda la población.
La voz de Estrada, en este contexto, no solo busca señalar las deficiencias en el manejo de la crisis por parte de la gobernadora, sino que también intenta movilizar hacia una búsqueda de soluciones integrales y colaborativas. El desafío que enfrenta Chihuahua no es menor, y la necesidad de liderazgo efectivo y estrategias bien articuladas es más crítica que nunca.
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