Integrantes de la OCDE y del G20 acordaron medidas fiscales en 136 países para reasignar más de 125 mil millones de dólares en ganancias de alrededor de 100 de las empresas multinacionales más rentables del mundo.
Roma, Italia (ADN / Martín Orquiz) – A partir del 2023 deberá aplicarse alrededor del mundo un histórico acuerdo fiscal instaurado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el G20 que reasignará más de 125 mil millones de dólares en ganancias de alrededor de 100 de las empresas multinacionales más grandes y rentables del mundo.
México es una de las naciones que será alcanzada por esta medida, funcionarios de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) indicaron que el país podría recaudar unos 1 mil 500 millones de dólares una vez se ponga en marcha el impuesto global.
A través de un comunicado, la OCDE informó que esos recursos serán dirigidos a países de todo el mundo con la seguridad de que las compañías sujetas de estas medidas pagarán una parte justa de los impuestos dondequiera que operen y generen beneficios.
El acuerdo, explica el documento, establece por primera vez una tasa impositiva corporativa mínima global del 15 por ciento que hará que los países recauden alrededor de 150 mil millones de dólares en nuevos ingresos anualmente.
El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, declaró que el histórico acuerdo fiscal fue alcanzado por el Marco Inclusivo OCDE / G20 sobre Erosión de Base y Cambio de Beneficios (BEPS).
“Esta reforma hará que nuestro sistema fiscal internacional sea más justo y funcionará mejor en una economía mundial digitalizada y globalizada”, dijo.
Durante la cumbre celebrada en Roma el pasado fin de semana, los líderes del G20 pidieron al Marco Inclusivo de la OCDE / G20 sobre BEPS que desarrolle las reglas modelo y los instrumentos multilaterales rápidamente, para garantizar que entren en vigencia a nivel mundial en 2023.
“A medida que avanzamos hacia la fase de implementación del acuerdo, la OCDE está lista para facilitar el trabajo necesario para asegurar la implementación oportuna y efectiva de la solución de dos pilares”, mencionó Cormann.
Un acuerdo sin implementación, añadió, es de facto un acuerdo en todos, por lo que los países deben actuar lo más rápido posible para que ambos pilares entren en vigor.
El convenio multinacional fue establecido el pasado 8 de octubre entre 136 países y jurisdicciones que representan el 94 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial-
“El acuerdo fiscal representa una gran victoria para el multilateralismo, que todos deberíamos intentar replicar para responder a otro desafío global clave: el cambio climático”, dijo.
Agregó que, con base en la exitosa experiencia del Marco Inclusivo sobre tributación internacional, la OCDE está bien posicionada para ayudar a facilitar un proceso multilateral que logre un enfoque apropiadamente ambicioso, acordado de forma multilateral, más coherente y mejor coordinado a nivel mundial para la fijación de precios de las emisiones.
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