Un grupo ambientalista propone que el presidente Joe Biden recurra a la firma de decretos para hacer frente a los daños ocasionados por el cambio climático.
Estados Unidos (VOA) – Mientras el mundo lucha con múltiples desastres relacionados con el clima, un grupo ambientalista en Washington está presionando a la administración Biden a emprender acciones más agresivas para reducir las emisiones contaminantes en Estados Unidos.
Un reporte emitido por el Revolving Door Project (Proyecto Puerta Giratoria), de corte liberal, incluye una amplia gama de acciones que el grupo cree que el presidente Joe Biden puede poner en marcha por decreto, con lo que no necesitaría la cooperación de los legisladores ahora centrados en las elecciones de medio mandato.
Las noticias de esta semana reflejan los desafíos que enfrenta el planeta.
En Pakistán, inundaciones catastróficas han desplazado a decenas de miles de personas y arrasado con los cultivos, un poderoso tifón recientemente vertió un metro de lluvia en Corea del Sur, China está sufriendo su peor ola de calor en los registros, y la sequía en el oeste de EEUU ya es histórica.
El reporte se centra en los pasos que pudiera tomar la Agencia de Protección Ambiental (EPA), pero también menciona acciones para otros departamentos, como de Justicia y Defensa, no regularmente asociados con temas de cambio climático.
“Cada agencia del gobierno debería pensar mucho cómo tener en cuenta el cambio climático en lo que hacen, cómo incorporarlo en sus mandatos … y pensar y actuar con mucha creatividad y agresividad en este tema”, dijo a la Voz de América Max Moran, director de investigaciones de Revolving Door Project y uno de los autores del reporte.
El reporte insta a la EPA a ser más agresiva a la hora de penalizar a las corporaciones que violen las regulaciones ambientales, alegando que lo que generalmente hace la agencia es permitir a las compañías que contraten a sus propios auditores, que asegurarán cumplimiento en el futuro o financiamiento de proyectos que no tienen nada que ver con el daño que han causado.
También recomienda múltiples vías para supervisar el cumplimiento de las regulaciones para las emisiones contaminantes más dañinas, como el metano.
Para el Departamento del Interior, el reporte propone reducir las emisiones cubriendo los pozos de petróleo y gas abandonados. Aunque los pozos viejos no dan beneficios económicos, todavía emiten miles de toneladas de metano al medio ambiente cada año, y cubrirlos reduciría ese volumen.
Además, el Interior debería suspender el arriendo de tierras federales a las compañías de energía para nuevas operaciones de extracción de combustibles fósiles y reformar las regulaciones a la minería para reducir el daño al medio ambiente, como la degradación de fuentes de agua y fuga de químicos tóxicos.
El Departamento de Justicia, dice el reporte, no es lo suficiente agresivo para juzgar las violaciones criminales a las leyes ambientales.
“Los litigios ambientales son clave para asegurar que compañías e individuos acaten las leyes ambientales. Sin la amenaza de juicios, las leyes que protegen los ecosistemas y la salud pública son ineficaces”, sostiene.
Hay razones para creer que la Administración Biden está preparada para emitir más decretos que en su primer año y medio de su gestión. Durante gran parte de ese tiempo, Biden trató de negociar con el Congreso una amplia legislación ambiental, pero las acciones del Ejecutivo chocaron con más escollos de los esperados en la legislatura.
Ahora, sin embargo, con la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación, que incluye las mayores inversiones de la historia en energía limpia y otros programas ambientales, la probabilidad de nuevas leyes es improbable a corto plazo.
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