“Simplemente no podemos aceptar ni siquiera la posibilidad de una confrontación tan desastrosa”, dijo a los periodistas después de almorzar con los embajadores del Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, dijo el lunes que había escuchado que el miércoles podría ser el día de una invasión rusa. Rusia sugirió que estaba lista para seguir hablando con Occidente para tratar de calmar la crisis de seguridad, mientras que Estados Unidos dijo que Moscú estaba aumentando sus capacidades militares.

“Ahora es el momento de calmar las tensiones y reducir las acciones sobre el terreno. No hay lugar para la retórica incendiaria. Las declaraciones públicas deben tener como objetivo reducir las tensiones, no inflamarlas”, dijo Guterres.

Más temprano el lunes, Guterres habló por separado con los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y Ucrania y les dijo a los periodistas que permanecería “totalmente comprometido en las horas y días venideros”.

Guterres enfatizó que la Carta de la ONU requiere que todos los estados miembros “se abstengan en sus relaciones internacionales de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier estado”.

“Abandonar la diplomacia por la confrontación no es cruzar una línea, es lanzarse al precipicio”, dijo Guterres. “En resumen, mi llamamiento es este: no defraudéis la causa de la paz”.

Naciones Unidas no tiene planes de evacuar o reubicar fuera de Ucrania a ninguno de sus más de 1.600 empleados, de los cuales 220 son extranjeros y más de 1.400 son ucranianos, dijo el lunes el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.