Confieso mi falta de conocimiento de la filosofía masónica y de la doctrina católica. También admito mi cautiverio de la duda, al intentar penetrar en el estudio de estas dos organizaciones...
Nuestros sentidos nos engañan al percibir las cosas más simples; de igual forma nuestro entendimiento es confundido y desconcertado por los conceptos más básicos...
El individuo tiene sus objetivos y metas propios; la sociedad tiene la obligación de proporcionar los mecanismos y sistemas necesarios para que el individuo los alcance.