“…El atentado criminal contra el Secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, ocurrido en una de las más exclusivas zonas residenciales de la capital, manda un mensaje estremecedor del poder e impunidad que han alcanzado los grupos de delincuentes y narcotraficantes en nuestro país, pero de ninguna forma es inédito en su modus operandi y en el uso de espacios públicos privilegiados, para aterrorizar a la población y paralizar a los cuerpos policiacos, como ya lo vivió en carne propia, en repetidas ocasiones, el entonces Secretario de Seguridad Pública Municipal en Ciudad Juárez, Julián Leyzaola, que también lo fue antes en Tijuana…”, nos adelanta con preocupación el influyente personaje, cercano sin duda a los altos círculos de poder en el altiplano, mientras degustamos exquisito Tequila Barrique de Ponciano Porfidio, Extra Añejo, 100% de Agave Azul, en la comodidad de su bar privado, a un costado de su elegante despacho, ubicado en Las Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México.
“…García Harfuch, al igual que Leyzaola, tiene fuertes vínculos de amistad y apoyo del ejército, su abuelo Marcelino García Barragán fue Secretario de la Defensa Nacional en tiempos de Gustavo Díaz Ordaz, y su padre Javier García Paniagua estuvo fuertemente ligado a posiciones de investigación policiaca como titular de la Dirección Federal de Seguridad primero y luego como Jefe de la Policía Capitalina, además de ser precandidato presidencial para suceder a José López Portillo…”
“…La herencia de carácter duro de García Harfuch le viene desde su abuelo, de quien se decía que fue el filtro final de la sucesión de Díaz Ordaz, quien invariablemente remitía a los precandidatos de entonces a que “platicaran con Marcelino, antes de conocer el pronunciamiento del Partido”, Luis Echeverría y Emilio Martínez Manatou lo padecieron en carne propia; de su padre no olvida uno de sus consejos: “¿sabes cuál es la principal virtud de un político?, los huevos, la política se hace con lana y con huevos, y a muchos políticos les faltan, nunca lo olvides”…”
“…Leyzaola es un militar de carrera, graduado con honores del Heroico Colegio Militar, llega como Jefe de Policía a Tijuana en el 2008, nombrado por el alcalde panista Jorge Ramos, y pronto destaca su fuerte carácter y disciplina castrense que extiende a toda la corporación, se rumoraba que el Cártel de Sinaloa le había ofrecido cien mil dólares a la semana por no molestarlos y que Leyzaola los había rechazado con rabia e indignación…”
“…Arriba a Ciudad Juárez en el 2010, después de un exitoso desempeño en Tijuana, donde disminuyó sensiblemente los hechos de violencia, a invitación del CCE local, y el alcalde Héctor Murguía lo invita a los pocos días a asumir la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, después de conocer un plan de trabajo minucioso y detallado, que permitiría mejorar sensiblemente la paz y tranquilidad social perdidas…”
“…Los resultados fueron inmediatos, los ciudadanos juarenses vieron con sorpresa como a los pocos días había cambiado la estrategia de vigilancia, había mayor número de rondines por toda la ciudad y los policías demostraban mayor entrenamiento y disciplina, pero sobre todo causó un impacto mayúsculo que el propio Leyzaola encabezara los más importantes operativos de seguridad y que incluso arrestara a numerosos delincuentes in fraganti, las amenazas no se dejaron esperar, empezando por mantas en los puentes y asegurando que “mataremos cada día a un policía hasta que te largues”…”
“…Trascendió que el mismo Gobernador y el Fiscal General, César Duarte y Carlos Salas, habían descalificado a Leyzaola, “porque es un farsante, un superhéroe de pacotilla que solo viene a lucrar, que no los engañe”, en breve término de estos irresponsables cuanto interesados comentarios, Leyzaola enfrentó varios atentados, que pudo evadir, gracias al vehículo blindado en que viajaba, pero también a que enfrentó a sus atacantes de forma personal, con gran riesgo para su seguridad…”
“…Duarte y Salas siempre quisieron controlar la plaza y cobrar las regalías correspondientes, como dos hampones que se repartían el botín del territorio de Chihuahua a su antojo, Leyzaola se los impidió y a ellos culpó públicamente cuando volvió a sufrir otro atentado en el 2015, que lo dejó postrado en una silla de ruedas…”
“…Leyzaola exhibió a Duarte como parte del problema, por sus vínculos con el narco, que fueron denunciados en numerosas publicaciones nacionales, y que la supuesta paz y tranquilidad social que tanto presumía el ahora prófugo exgobernador en los medios locales era una farsa, como ahora lo es que estos mismos medios, que ya no reciben los cientos de millones de publicidad del gobernador Javier Corral, pretenden responsabilizarlo del infierno heredado y cuidadosamente conservado por su antecesor…”
¿De veras creen que una mentira repetida mil veces se vuelve verdad…?
Sergio Armendáriz
Comunicador en Radio, TV, Prensa Escrita y Portales Electrónicos. Académico Universitario. Funcionario Educativo. Miembro Consultivo en OSC.
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