El ambiente es festivo, circulan con profusión las más finas bebidas y licores, desde cervezas alemanas Black Deutschland, Schneider Weisse Tap Beer Hawk y Fruh Kolsch, hasta Sapporo Space Barley, Samuel Adams Utopia y Crown Ambassador Reserve Lager, así como finos Whiskies Escoceses de la talla de Macallan’s Lalique Cire Perdue, Glenfiddich Janet Sheed Roberts Reserve, y Dalmore 64 Trinitas, sin faltar Vodkas excepcionales del tipo de un Russo Baltique, Absolut Crystal Pinstripe Black Bottle y DIVA Premium, y desde luego Tequilas de Clase Mundial: Barrique de Ponciano Porfidio, Selección Suprema de Herradura, Gran Patrón Platinum y Don Julio Real, todos ellos sin excepción 100% de Agave Azul y Extra Añejos.
La concurrencia la integran algunos viejos y cuestionados políticos priistas, algunos de ellos prófugos de la justicia y otros más a punto de serlo, aunque también proliferan guapas y jóvenes “edecanes”, con breves minifaldas, que dejan translucir sus bien torneadas y bronceadas piernas, y bien parecidos y atléticos efebos de rubia y rizada cabellera, la mayor parte de ellos traídos de la vieja Europa Oriental, aunque con educación superior y el dominio de varias lenguas; se saben objeto de mal disimuladas miradas lascivas de sus viejos anfitriones, cuya edad oscila entre los 55 y los 75 años.
El lugar es un exclusivo y elegante rancho tipo California, en la afueras de Santa Fe, Nuevo México, que cuenta con todos los adelantos de la tecnología moderna, para hacer más confortable la estancia de los elusivos y temerosos invitados, que son recibidos y llevados al amplio salón comedor, que rivaliza en elegancia y decoración con algunos de los más exclusivos restaurantes de la Ciudad de México, como el inglés Sir Winston Churchill, el francés Les Moustaches, o el mexicano San Ángel Inn; algunos de ellos calculan rápidamente que este costoso inmueble no puede valer menos de los cincuenta millones de dólares, su sorpresa y mal disimulada envidia al generoso anfitrión no tienen límites: “…Maldito ladrón, tú sí que la supiste aprovechar…”, piensan para sí, mientras sonríen con hipocresía.
Las grandes mesas plenas de los más finos bocadillos y costosas viandas: Alaskan Wild Salmon, Ahi Tuna Crudo, Grilled Spanish Octopus, Dungeness Crab Cocktail, Pacific Swordfish, Pork Porterhouse, Canadian Cold Water Lobster Tail, Maine Red King Crab Legs, Seared East Coast Sea Scallops, Prime Manhattan Cut Strip, Panko Dusted Abalone, Hudson Valley Confit Duck Leg, Slow Braised Short Rib, Spice Carrot Cake, Key Lime Pie, Classic Creme Brulee y el infaltable Pumpkin Coffee Cheesecake.
“…No te preocupes César, no vas a tener problema, lo importante por ahora es que te mantengas a buen resguardo y con bajo perfil, ahora más que nunca, porque en esta contingencia de salud pública te van, o mejor dicho nos van a buscar hasta por debajo de las piedras, en relación a la compra de medicinas “bautizadas” y a los hospitales a medio terminar que irresponsablemente dejaste, te advertí que eso iba a hacer un ruido innecesario, pero pudo más tu voracidad sin límites y ya no me escuchaste…”
“…Lo importante para nuestros intereses es que Corral se va en unos meses y te dejará de molestar, y López Obrador no tiene el menor interés en buscarte y hacerle el caldo gordo a este panista acomodaticio, que con un poco de suerte será el próximo Presidente Nacional del PAN, y desde ahí buscaría capitalizar cualquier acción del Gobierno Federal en tu contra como un logro propio, ¡carajo!, tienes una suerte como pocos…”
“… ¡Gracias Emilio!, no sabes la tranquilidad que me dan tus palabras…”, responde con humildad el obeso y semicalvo personaje, notablemente envejecido, mientras presuroso le sirve a su invitado una nueva copa de Champagne Louis Roederer Cristal Brut 2008, de precio simplemente prohibitivo.
¿Amor con amor se paga…?
Comunicador en Radio, TV, Prensa Escrita y Portales Electrónicos. Académico Universitario. Funcionario Educativo. Miembro Consultivo en OSC.
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