Inconcebible, no hay otro adjetivo para calificar la actitud que panistas y priistas han tenido frente a las amenazas del “bully” mayor del hemisferio. Sabemos que tenemos distintos proyectos, que nos diferenciamos en nuestra idea de cómo hacer que le vaya bien a las y los mexicanos, pero querer abiertamente que a nuestro país y por ende a las personas les vaya mal, es, literal, miserable y vendepatrias, no hay más.
Los Alitos y las Lilys Téllez solo dan vergüenza porque lo único que han hecho es tratar de sacar dividendos políticos, estando en contra de México, jamás lo van a lograr. Los constates ataques de estos personajes dan pena. Toman la locura y la estrategia de un personaje que un día dice una cosa y al otro lo contrario, como buena, como la verdad absoluta.
Por un lado, en el norte, el “bully” mayor un día dice que los migrantes son el problema, el otro, la balanza comercial, el otro el fentanilo, el otro, el narcotráfico, total que cualquier ocurrencia es tomado como verdad, como cierta, como si el hecho de que este mandatario siempre se haya conducido con la verdad.
Pero como todas esas falsedades les ayudan a tener notoriedad, misma que no tienen por sí solos dado que son tan intrascendentes en la vida del país, las usan, las explotan lo más que pueden porque como a ellos, hay algunas personas que efectivamente, desean que les vaya mal a México pues creen que eso les beneficia.
En su afán electorero, ni siquiera fueron capaces de reconocer la inteligencia y la capacidad de negociación que tuvo para resolver estas amenazas, le apostó al diálogo porque no había otro camino; la respuesta del primer ministro canadiense fue en un momento como un ojo por ojo y diente por diente, pero esa no era la respuesta de un estadista de altura, tal como sí fue la solución de la presidenta Sheinbaum.
Compró tiempo, uno valioso para que a través de la cooperación y el trabajo en conjunto se resuelvan problemas comunes, porque el fentanilo no es un problema que se genere en México y aquí se quede; la migración no es un delito, la gente busca mejores condiciones de vida, y eso no les quita derechos; en fin, todas estas dificultades tienen un alcance regional y por lo tanto, una solución regional.
Congelar la amenaza de los aranceles fue una batalla ganada que la mezquindad de estos partidos y sus personajes, son incapaces de reconocer. Pero lo cierto es que ni falta hace, ahí estuvieron las cámaras empresariales que sí lo hicieron, miles y millones de mexicanos también, y hasta el primer ministro alemán, quien reconoció la inteligencia de la presidenta mexicana para enfrentar y resolver esta amenaza.
Las elecciones más próximas refrendarán que los vendepatrias sobran y poco a poco, irán desapareciendo del mapa político.

Lilia Aguilar Gil
Política y académica.
Maestra en Administración Pública por la Universidad de Harvard y en Gestión Pública por el Tecnológico de Monterrey. Ha contribuido en foros internacionales y enseñado en la Universidad de Harvard. Fundadora de la asociación civil LIBRE, se enfoca en el empoderamiento juvenil. Imparte clases en la UNAM y actualmente es Secretaria Técnica en la SSPC, habiendo sido titular en la Secretaría de Gobernación. Su carrera en el Congreso refleja su compromiso con la seguridad y las políticas sociales.
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