Vivimos en un régimen de sumisión durante largas décadas donde jamás se atrevía nadie a contradecir al régimen, mucho menos enfrentársele y para nada jamás se atrevieron a señalarle públicamente errores o contradicciones o tan siquiera mirar feo al presidente en turno, todo era sumisión total y “si señor” lo que usted ordene y mande, la voluntad del presidente era orden incuestionable.
Ningún gobernador, (incluso de la verdadera oposición si la hubiera habido), se atrevía a contradecir al mandatario en turno, su palabra del presidente era ley y se acataba, eran los regímenes de la sumisión total ante la carencia de una voluntad democrática, una cerrazón por la libre expresión y no existía una estructura verdadera de división de poderes.
Hoy disfrutamos de casi todo eso y al parecer les causa escozor tanta apertura a la derecha opositora, no se acomodan a tanta apertura que cursan el camino del berrinche, la leperada y el descrédito de todo y por todo, el Mexico es lo que menos les importa, les importa reconquistar a como de lugar sus privilegios totalmente perdidos, hoy no tienen a quien ser sumisos y eso los descontrola.
El asunto de César Duarte es un claro ejemplo de la sumisión porque siendo Gobernador de Chihuahua jamás tuvo los pantalones de chistar alguna voluntad presidencial de las que posteriormente saco provecho personal, siguiendo las voluntades del centro se convirtió en el gran ladrón del Estado de Chihuahua y hoy está detenido por ello.
César Duarte jamás pudo haber hecho nada si no tenía la anuencia del presidente, el asunto del desvió de dineros públicos del Estado de Chihuahua al PRI es un clarito ejemplo de que solo siguió ordenes de Luis Videgaray, , en complicidad con el Presidente Nacional del PRI Manlio Fabio Beltrones y por supuesto con conocimiento del presidente Peña Nieto.
César Duarte no era un iluso, era un perfecto y convencido ladrón que aprovechó a cabalidad todas las desviaciones de recursos que le ordenaban desde el centro del poder para tejer una serie de compromisos cómplices que le permitieran “cobrar” en las arcas del estado los favores que hacía.
El peligroso César Duarte para esas elites de cuello blanco no puede llegar a los tribunales mexicanos porque dentro de la 4T, y del Gobierno de Javier Corral, la corriente es castigarlo por sus latrocinios y, por supuesto, su ronco pechito no es bodega y menos para cargar con la culpabilidad solo, el delito es grave y le esperarían, además de la incautación de bienes, muchos años de cárcel los cuales, por supuesto, no podrá tolerar.
La promesa de Javier Corral es llevar a la cárcel a César Duarte, llevarlo ante las autoridades mexicanas correspondientes y la verdad eso lo veo muy difícil por todos los involucrados que pudieran salir imputados.
A querer y no Videgaray mantiene poder con sus relaciones en los Estados Unidos y muy cercano a la Casa Blanca y Peña Nieto con mayor razón por todos los favores que realizó a las empresas gringas, César Duarte pudiera sentirse seguro de que no será extraditado tal vez, aunque se le negó la fianza para que enfrentara su juicio de extradición en libertad y eso es síntoma de mal agüero.
El asunto del desvío de recursos al PRI no es un asunto menor, el juicio en tribunales mexicanos a César Duarte pone en serios aprietos al PRI en su registro por todo lo que saldrá a la luz pública y por más que quieran deslindarse los Priistas hoy en día no lo lograrán porque su sumisión los estaría llevando a su propio juicio y enviándolos al basurero de la historia, con César Duarte declarando al PRI le estarían poniendo los clavos a su ataúd político como partido, porque no fue solo Chihuahua donde desviaron recursos.
Podemos pensar que César Duarte ha sido dejado solo…. Pero no es así, y lo veremos en los próximos meses, o años, que dure el juicio de extradición a México.
En Chihuahua César Duarte tiene gente que le deben favores económicos y políticos de gran envergadura y que están encumbrados en posiciones de poder: La Alcaldía de Chihuahua, La Alcaldía de Ciudad Juárez y un Senador por Morena y los tres buscando la gubernatura, que si los tiempos se alargan de la extradición pudieran empatarse con los tiempos de nuevo gobernador con todo lo que eso significaría para César Duarte si alguno de ellos realmente sorprendiera y lograse ser gobernador.
César Duarte podría ser un jugador importante en las nominaciones para Gobernador en los tiempos por venir, para él es cuestión de subsistencia y tiene tres posibilidades importantes que jugar.
El PAN Nacional pudo haber sido cómplice de estos desvíos de recursos del erario Chihuahuense y no hubiese pasado nada, pero se les atravesó Javier Corral en la gubernatura.
El viaje del Presidente Andrés Manuel López Obrador les causó asombro a la oposición y más asombro les ha causado el hecho de la detención de César Duarte en los mismos tiempos de visita presidencial, coincidencias en política no existen.
Los juegos de poder hoy se ponen de lado de las voluntades por hacer las cosas y existe voluntad por llevar a César Duarte ante los tribunales mexicanos.
Se le pondrá difícil al gobernador Corral si César Duarte no llega para ser enjuiciado, podrá estar detenido en Estados Unidos pero no está puesto a disposición de las leyes mexicanas que eso es lo verdaderamente importante.
Yo dudo mucho de que César Duarte llegue a Chihuahua, ojala y me equivoque, no creo mucho en la férrea disciplina política y en el obligado silencio, las leyes permiten negociar por ejemplares de mayor cuantía, Duarte podrá hacerlo.
La moneda al aire está echada y la justicia para los Chihuahuenses está en los tribunales de los Estados Unidos.
Mientras César Duarte no enfrente a los tribunales Chihuahuenses en estos tiempos de Javier Corral no habrá #JusticiaparaChihuahua y por lo tanto será una PROMESA INCUMPLIDA del Gobernador Javier Corral.
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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