En la primera parte vimos lo que los filósofos griegos hablaban sobre el alma, en la segunda parte la versión de Aristóteles, Plotino y su introducción a la filosofía cristiana por San Agustín.
Pero a lo largo de estos dos milenios muchos filósofos han opinado sobre el tema del alma, sus orígenes, funciones y propiedades desde diferentes perspectivas. Una interesante es “el alma colectiva y el alma personal” que nos llevan a oscilaciones entre dos objetivos en apariencia opuestos: La cohesión social y la libertad individual.
En el esplendor de Grecia la cohesión social se basaba en la fidelidad al estado-ciudad con detrimento de la libertad individual que cedía ante sus deberes para con el estado, aunque variaba, en sus extremos podemos ver a una Esparta, donde sus libertades eran como la Rusia de Stalin y una Atenas donde prevalecían las libertades individuales, podríamos hablar de un alma universal contra un alma personal.
Al ser sometidos por Roma, la cohesión social que daba la filosofía es desplazada por la fuerza de las armas, surge el estoicismo apolítico, donde conciben la vida virtuosa como una relación del alma con Dios más que una relación del ciudadano con el estado, esta filosofía permanece seis siglos hasta Constantino, que adopta al catolicismo como religión oficial.
San Agustín, influye notablemente en la filosofía cristiana, un personaje sumamente interesante, pero solo anotaremos sus observaciones acerca del alma.
“Todas las sustancias intelectuales son inmateriales e incorruptibles”
“No hay tres almas en el hombre sino sólo una”
“Toda el alma está presente por completo en todas las partes del cuerpo”
“Las almas de los animales, a diferencia de las de los hombres, no son inmortales.”
“El intelecto es parte del alma de cada hombre”
“ El alma no es transmitida con el semen, sino que es creada de nuevo en cada hombre.”
“Los universales no subsisten fuera del alma, pero el intelecto, al comprender los universales, comprende cosas que están fuera del alma.”
El pensamiento aristotélico seguía teniendo vigencia en las propiedades del alma cuando surge algo interesante con Newton, hasta ese momento se consideraba al alma como la fuerza del movimiento, con la primera ley de Newton caía la concepción aristotélica que decía:
Abandonado a sí mismo, cualquier cuerpo inanimado se quedaría pronto inmóvil; por eso, la operación del alma sobre la materia tiene que ser continua, si el movimiento no ha de cesar.
Newton afirmaba que:
El sistema solar, se mantenía en movimiento por su propio impulso y sus propias leyes; ninguna intervención exterior era necesaria.
Según Newton, los planetas fueron originalmente lanzados por la mano de Dios, pero hecho esto y decretada la ley de la gravitación, todo continuó por sí mismo sin más necesidad de la intervención divina.
Algo que generalmente no se menciona es que, bajo seudónimo, Newton escribió más de metafísica que de física.
Había estado flotando en el ambiente otra pregunta, si el alma es inmaterial ¿cómo acciona a la materia?
En el siglo 17 irrumpe la figura de Descartes, filósofo, matemático y hombre de ciencia que trata de contestar la pregunta:
Los hombres son diferentes: tienen un alma, que reside en la glándula pineal. Aquí, el alma entra en contacto con los «espíritus vitales» y por medio de este contacto hay una interacción entre alma y cuerpo.
La cantidad total de movimiento en el Universo es constante y, por consiguiente, no puede afectar al alma; pero puede alterar la dirección del movimiento de los espíritus vitales y, por ello, indirectamente, de otras partes del cuerpo.
No hay necesidad de las tres almas de Aristóteles; sólo existe una de ellas, el alma racional, y ésa, solamente en el hombre.
Los físicos descubrieron la conservación del momento, según lo cual la cantidad total de movimiento del mundo en cualquier dirección dada es constante. Esto demostró que la clase de acción de la mente sobre la materia que Descartes imaginaba era imposible.
Las leyes dinámicas bastan para determinar los movimientos de la materia y no hay lugar para ninguna influencia de la mente.
Sin embargo, si deseo escribir algo, mi mente le ordena a mis dedos que opriman la tecla, luego hay un fenómeno mental que controla un fenómeno físico ¿son independientes o no?
Bueno, le espero la próxima semana para seguir platicando del tema…
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