México al nacer se pensó como un imperio, porque la nación se fundó sobre los cimientos virreinales.
Desde la Independencia del 27 de septiembre de 1821 nuestro país tuvo como primera propuesta de gobierno una monarquía constitucional moderada. Que no debe verse como algo raro o extraordinario, pues en el siglo XIX el mejor modelo eran las monarquías liberales, de hecho la Corona Española ya lo era, pues los diputados de ambos hemisferios habían legislado en la Constitución de Cádiz de 1812; el documento político más avanzado de su tiempo, las bases del liberalismo en el mundo hispánico.
Hispanoamérica se había gobernado por 300 años bajo la monarquía hispana de lo cual, tenemos las pruebas de una eficiente burocracia y sistema económico, político, jurídico y cultural en los archivos históricos. El debate político del discurso oficial de las naciones hispanoamericanas actuales, es otro asunto. Pero bien, el nombre escogido para esta nueva nación por el generalísimo Agustín de Iturbide fue Imperio Mexicano en el Acta de Independencia, sin embargo; ¿Por qué imperio?, eso es otra cuestión que debemos recordar, el Virreinato de la Nueva España no era un nación homogénea. Nueva España era un conjunto de reinos, capitanías generales y jurisdicciones militares y cada uno de estas, tenían sus propias provincias y autoridades; solamente que el mando supremo lo tenía el virrey como figura de autoridad y representación directa del rey de España.
Por eso es que México al nacer se pensó como un imperio, porque la nación se fundó sobre los cimientos virreinales. Lo mismo ocurrió con José de San Martín y Simón Bolívar en Sudamérica, incluso el primero proponía también una monarquía. En un principio el generalísimo Trigarante Agustín de Iturbide y el insurgente Guerrero logran pactar para hacer la Independencia, sin embargo; los radicalismos federalistas y algunos excesos centralistas provocaron la desestabilización política económica y social desde de 1823 hasta 1860. Es por ello que después de la Guerra de Reforma se opta nuevamente por refundar la institución monárquica en México, pues la República solo había sido sinónimo de conflicto; de distintos gobiernos y constantes golpes de estado entre republicanos federalistas y centralistas tradicionalistas además de invasiones extranjeras.
Para la década de 1860 ya se necesitaba poner orden y paz en México y tal contexto ya era conocido por el archiduque Maximiliano de Austria y los políticos y militares de ambos bandos. Todos tenían claro que México debía de dejar de ser autodestructivo pero las rivalidades eran tantas que sobrepasaron lo político y llegaron a lo personal. El gobierno del emperador Maximiliano se enfocó en negociar la paz, el diálogo y velar por los mejores intereses para el país.
La situación política en Europa se complicó para Napoleón III, el canciller Bismarck anunció que se proponía a recuperar Alsacia y Lorena, eso significó que la guerra entre Prusia y Francia sería inminente. Es así como las tropas francesas en México se van retirando, sin embargo; el emperador Maximiliano inició los planes para armar un ejército propio y terminar con la guerra civil. En las memorias de Samuel Basch, médico de cabecera y amigo íntimo del emperador, describe que Maximiliano se reunió varias veces con su Corte y ministros para crear un proyecto de Congreso Nacional en el cual se reunirán federalistas y centralistas para plantear de forma definitiva el tipo de gobierno que tendría México, esto se dio a conocer públicamente en la proclama con fecha del 1 de diciembre de 1866.
El doctor Basch también describió que dentro del bando federalista había una facción de hombres conocidos como “Maximilianistas” y otra facción en el bando centralista de hombres moderados. Lo que tenían en común los centralistas moderados y los maximilianistas; fue que a pesar de la guerra civil y el conflicto ideológico “Aún poseían un verdadero patriotismo”, pues a estos señores les quedaba claro que la derrota del imperio no daría fin a la guerra civil. Lo que se necesitaba era la reconciliación de los partidos políticos “Bajo un príncipe liberal superior a esos mismos partidarios como habría demostrado serlo Maximiliano, era lo que debía buscarse de preferencia a todo” y Maximiliano se esforzó en concretar la paz, pero los acontecimientos militares cambiaron todo.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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