El hombre tiene el absoluto derecho y la total obligación de buscar el conocimiento la naturaleza le ha dotado de la herramienta precisa: La razón; es lo único que nos hace diferentes de los demás seres vivos. Si no usamos la razón, dejaremos de ser hombres.
La humanidad, en la búsqueda de la manera o forma en que el hombre adquiere el conocimiento se ha dividido en dos grandes corrientes: el Idealismo y el Empirismo. EI idealismo, nos dice que el verdadero conocimiento son las ideas; el mundo fuera de la mente es incomprensible por sí mismo; el objeto del conocimiento lo construye el propio individuo, entre muchas posiciones más. El empirismo, son los datos caóticos y en desorden del mundo exterior que el hombre adquiere través de los sentidos (gusto, tacto, olfato, vista, oído); es la información que nos da la experiencia; la negación de la capacidad del hombre para obtener la verdad absoluta, entre otros puntos.
Estos dos tipos de conocimiento de manera aislada no funcionan, no son útiles al hombre: El Idealismo es un recipiente sin contenido, es una forma sin materia; el Empirismo es un contenido caótico sin forma, son datos de la experiencia sin recipiente.
El Criticismo kantiano nos dice: es necesario la unión del empirismo e Idealismo para que adquiera el carácter de conocimiento científico. Es decir, las ideas, como recipientes, deben contener y darle forma a los datos caóticos y en desorden del mundo exterior. Solo así, unidos trabajando, Empirismo e Idealismo, son útiles al hombre a través de la ciencia.
El conocimiento científico es la base segura para impulsarnos a dar un paso más en la búsqueda del conocimiento. La tecnología certifica que la ciencia es la extensión de nuestros cinco sentidos; una copia exacta de los fenómenos de la naturaleza. Todo lo que el hombre mide es ciencia, no es ciencia lo que el hombre no puede medir. Observemos con atención los inventos del hombre y nos causará asombro.
La filosofía le da posibles respuestas a las preguntas del hombre cuando reflexiona; la ciencia certifica la veracidad de esa respuesta y así sucesivamente ciencia y filosofía avanzan, poco a poco, juntas en la búsqueda y adquisición del conocimiento. La ciencia tiene sus límites bien marcados, la filosofía la impulsa a aumentar su radio de actividad. Tan es así, que el hombre aún no conoce el fondo del mar, no sabe del punto más alto de nuestro planeta, el basto horizonte lo desconocemos, existen, desgraciadamente, muchas enfermedades mortales, entre otros, muchos aspectos que desconocemos de nuestro planeta.
Sin embargo. El hombre en el ejercicio de ese derecho, natural, legítimo y absoluto de buscar el conocimiento, va más allá de los límites naturales de sus facultades de conocer y se pierde. Llega al conocimiento metafísico o trascendental y sabedor que la ciencia no certificará la veracidad de su conocimiento: se convierte en poseedor absoluto de la verdad única, no admite objeción alguna, el dogma lo sostiene.
La metafísica fue la “ciencia madre de todas las ciencias” en esa terrible época para la humanidad llamada oscurantismo, aún vigente. En la época de la Ilustración (solo fue un chispazo que iluminó un instante esta profunda y eterna oscuridad en la humanidad) se le aplicó el método científico al conocimiento metafísico certificando que éste conocimiento no es científico.
Estimado Lector: El peligro del conocimiento metafísico (entendiéndolo como el conocimiento que no es científico o seudociencia) y trascendental radica precisamente en esto: carece de certeza, firmeza, soporte, objetividad, entre otras características importantes; el conocimiento metafísico es utilizado por hombres sin escrúpulos con el fin de explotar, dominar y someter a esclavitud a los demás hombres; sí el conocimiento científico en ocasiones es utilizado con ese fin por nuestros gobernantes, el metafísico o seudociencia es utilizado con el mismo fin por hombres de todas las capacidades .
La metafísica o las seudociencias son el principal promotor en nuestros días, de la poderosa vigencia del Oscurantismo, en consecuencia: a la humanidad se le negará el progreso, que busca con insistencia, mientras no someta a la certificación del método científico todo su conocimiento y ubique en un lugar apropiado todas esas inquietudes legítimamente humanas…continuaremos siendo esclavos en el Oscurantismo.
¡Es cuánto! Un abrazo fraterno.
Originalmente publicado el 3 de Agosto de 2015
Guillermo Chávez
Abogado. Filósofo. Columnista.
Buen amigo y consejero, entusiasta. Publicamos cada semana tu columna, en tu espacio en tu memoria.
Descansa en Paz.
Hasta pronto querido amigo.