Casi a diario aparece una noticia sobre energías alternativas y sus disputas políticas, parece que ahora las invasiones de países petroleros serán sustituidas por invasiones a países con reservas de litio.
Al parecer casi todas las marcas de autos ya tienen su modelo eléctrico y sentimos que pronto las empresas petroleras desaparecerán y el cielo se tornará claro y transparente, hace unas semanas el precio del petróleo se desplomó a tal grado de que se hablaba entre financieros de valores negativos.
Somos tan dependientes de la energía que si se corta el suministro de todo tipo de energía a una ciudad la mayor parte de la población moriría en unos días, sin energía no habría agua ni alimentos suficientes, todos los días diferentes tipos de vehículos surten las tiendas donde compramos los alimentos, los pozos consumen cantidades importantes de electricidad, las industrias pararían y todo se inmovilizaría.
El balance energético (cuánto produces-cuánto consumes) de un país es un indicador muy importante de su viabilidad, por lo que sería interesante ver cómo están las cosas en México.
México consume al año 8,450 Terajoules, un millón de millones de Joules, esa unidad de energía newtoniana que poco usamos pero es en la que los técnicos trabajan, producimos 6,480 TJ aparentemente podríamos decir que solo importamos 2,000 teras, sin embargo, de lo que producimos tenemos que exportar 2,990 TJ básicamente en petróleo crudo y tenemos que importar 5,010 TJ en gasolinas, petrolíferos y gas, en pocas palabras exportamos energía barata e importamos energía cara, porque no vale lo mismo un tera de gas que un tera de carbón, por lo que podemos afirmar categóricamente que somos importadores netos de energía, dependemos del extranjero para sobrevivir.
¿Qué tipo de energía consumimos? Bueno, el 90% proviene de energías fósiles, desglosándolo por tipo tenemos que consumimos el 43,8% de gas, en las últimas años se han cambiado las termoeléctricas a ciclo combinado, en petrolíferos (gasolinas, combustóleo, etc) consumimos el 23.2%, en petróleo crudo 16.6%, en carbón, altamente contaminante todavía usamos el 7%.
Nos queda un 9.7% que no viene de combustibles fósiles y podríamos sonreír, casi el 10% de la energía no proviene del petróleo, pero solo sonría a la mitad ya que el 2.9% de la energía total que consumimos viene de la leña, ¿increíble? Aún se usa mucho la leña sobre todo en el campo y luego aparece el bagazo, ¿Qué es esto del bagazo? Son residuos orgánicos que se queman, por ejemplo la caña en su viaje a convertirse en azúcar requiere grandes cantidades de electricidad y calor, bueno pues de extraer el jugo lo que queda se quema para producir calor y hasta electricidad si el ingenio es moderno y grande.
Ahora si podemos hablar de energía renovable , tomamos aire para expandir el pecho y hablamos de energía hidroeléctrica, los ríos generando electricidad y antes de seguir es justo hacer un homenaje a los grandes ingenieros mexicanos que construyeron las grandes hidroeléctricas mexicanas, un ejemplo es Chicoasén, sobre el río Grijalva construida por Manuel Moreno Torres, un ingeniero mexicano de origen español al que tuve el honor de conocer cuando recién salía de la universidad, Chicoasén en su momento se le consideró la planta hidroeléctrica más productiva de Latinoamérica y la cuarta en el mundo, además de tener la cortina de contención de embales más alta del mundo, ignoro como estén los récords en este momento porque los chinos andan rompiendo todos los récords, sin embargo, todas las hidroeléctricas de México sólo aportan el 1.4% de la energía que consumimos.
Pasamos a la generación nuclear, donde se temía en el mundo que México hiciera una gracia, recuerdo haber visitado un refugio nuclear en Martínez de La Torre Ver. Pero siempre que se abre un área de oportunidad los mexicanos funcionamos bien, la energía nuclear entra con un científico mexicano de talla mundial y por ende olvidado por ser mexicano, Nabor Carrillo Flores, quien convence a Ruiz Cortínez de fundar una Comisión Nacional de Energía Nuclear que culminaría en la construcción de una planta nuclear en Laguna Verde que aporta el 2,9% de la demanda de energía del mundo.
Por los años ochenta le mostraba unas celdas fotovoltaicas a un amigo del Politécnico, con las cuales habíamos hecho unos juguetes para esa navidad, mi amigo me presumió que en el Politécnico estaban construyéndolas, nunca más tuve noticias de este proyecto, pero me imagino que, como tantos prototipos que hacen, tanto la UNAM como el Poli, terminan en la bodega o en la basura porque le tienen aversión gigantesca al mercado. Así que podemos ver que los campos solares que se han construido en México son de importación y aportan el 0.3% de la energía que consumimos, aunque los expertos dicen que, si aprovecháramos el desierto de Chihuahua, ahí se podrían instalar suficientes campos para cubrir todas las necesidades, claro había que resolver el problema de encender el sol en las noches.
También contamos con la energía geotérmica, obtener energía del agua caliente de la tierra, en el 93 participé en una revisión al proyecto Geotérmico de los Azufres donde Ansaldo, una empresa italiana había vendido unos generadores que habían explotado en las pruebas, fue una experiencia donde me quedó claro la superioridad de los ingenieros mexicanos vs los italianos al menos en este proyecto, la geotermia produce el 1.3 % de la energía del país.
Nos queda finalmente los aerogeneradores, hay una región en México conocida como la ventosa, donde hay vientos fuertes a todas horas y todo el año, un lugar privilegiado, no les recomiendo ir a Juchitan en combi porque los vientos les hacen sentir que están practicando deportes extremos ahí se instalaron 104 aerogeneradores que generan 85 megas en 1994, el proyecto La Venta II los inauguró Calderón en el 2011, ignoro se ha hecho el Venta III, aunque en este gobierno se han parado todas las licitaciones de energía renovable en favor del carbón, parece que las minas de un senador es más fuerte que el anhelo de una mejor ecología.
El tema es muy largo y en el siguiente platicaremos de petróleo
Ingeniero de profesión y aficionado a la ciencia y filosofía. Intelectual de nuestro tiempo que compagina conocimiento científico y humanista. Domina las ciencias exactas y armoniza con las ciencias sociales.
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