Este 2 de junio, México vivió una jornada sin precedentes. Millones de ciudadanas y ciudadanos salieron a ejercer un derecho inédito: elegir a quienes impartirán justicia en su nombre. Lo hicieron con convicción, con esperanza, y con la firme voluntad de abrir un nuevo capítulo en la relación entre el pueblo y el Poder Judicial.
En Morena celebramos este ejercicio democrático porque reafirma el principio que nos guía: que el poder emana del pueblo y debe estar al servicio del pueblo. Más de 13 millones de personas participaron a nivel nacional, una cifra que supera los votos que obtuvieron los partidos opositores en la elección presidencial de 2024. En Chihuahua, más de 400 mil personas acudieron a las urnas. Esta cifra supera incluso la participación registrada en ejercicios como la consulta sobre el juicio a expresidentes o la revocación de mandato.
Quienes participaron no solo votaron: defendieron su derecho a decidir, fortalecieron la democracia y dieron vida a una transformación profunda que hoy ya no es solo una promesa, sino una realidad en construcción.
Hace apenas un año, Morena propuso al país una transformación de fondo del Poder Judicial. Lo hicimos de frente al pueblo, con claridad y convicción. Dijimos que era hora de que jueces, magistrados y ministros dejaran de responder a intereses cupulares y comenzaran a rendir cuentas ante la ciudadanía. Y la gente respondió.
Votaron por este proyecto. Eligieron, de forma libre y contundente, a la Dra. Claudia Sheinbaum como nuestra presidenta, respaldando su compromiso con la justicia, la honestidad y la democracia. Hoy, a un año de esa histórica jornada electoral, la reforma judicial es una realidad.
Sabemos que este fue el primer paso. Como todo ejercicio nuevo, es perfectible. Hay áreas que debemos revisar con seriedad y apertura: el diseño de las boletas, los filtros para candidaturas, los mecanismos de difusión de perfiles, la organización del proceso mismo. No para retroceder, sino para avanzar con mayor fuerza y legitimidad.
Mientras algunos se quejan, nosotros celebramos. Porque el pueblo habló, y en Morena sabemos escuchar. Lo que ocurrió el 2 de junio no es una ocurrencia, ni un experimento improvisado: es parte de un proceso de transformación que lleva años gestándose y que ahora toca al Poder Judicial.
Algunos se preguntan si es más democrático que 128 senadores definan en lo oscuro a los ministros de la Corte, o que 13 millones de mexicanas y mexicanos los elijan en las urnas. Para nosotros no hay duda: más democracia es más participación, más transparencia, más justicia.
Lo que ocurrió en las urnas fue un acto de confianza, pero también una exigencia. La ciudadanía quiere un Poder Judicial cercano, imparcial y honesto. Quiere jueces que no vivan aislados en el privilegio, sino que conozcan y respondan a la realidad de los pueblos, de las mujeres, de las víctimas, de quienes nunca habían sido escuchados.
Desde Morena en Chihuahua asumimos este mandato popular con responsabilidad. Nos toca acompañar este proceso con propuestas, vigilancia y compromiso. Porque transformar la justicia no es tarea de un día ni de una elección, sino de una voluntad constante de dignificar al pueblo.
Hoy más que nunca, queda claro que la esperanza está en el pueblo. Y el pueblo ya decidió: quiere participar, quiere ser escuchado, quiere ser tomado en cuenta. Por eso celebramos este momento histórico, con la certeza de que estamos construyendo un país más justo, más democrático y más digno para todas y todos.
Brighite Granados de la Rosa
Política juarense y presidenta del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Chihuahua desde 2022, con liderazgo extendido hasta 2027. Fundadora del partido en el estado, ha trabajado en estructuras clave y promoción del voto, enfocada en fortalecer la Cuarta Transformación.
