Continuando con nuestro paso por la vida académica novohispana, las décadas continuaron y los sabios de la universidad siguieron formando las mentes del virreinato, será entonces la llegada del siglo XVIII o de “Las luces” donde la creación de América será concluida y la idea del Nuevo Mundo impulsaría a los naturalistas a ser valientes e ir por una nueva conquista: la del espíritu de la razón. La Corona Española no se quedó atrás, en cuanto a las artes está el barroco y lo que hasta nuestros días ha sobrevivido del Arte Sacro. Para la ciencia había centros de estudio que la Santa Inquisición permitía se estudiara, la Real y Pontificia Universidad de México y los colegios de los jesuitas fueron los pilares del racionalismo novohispano.
Fueron los virreinatos y capitanías generales americanas en donde también se estará repensando al mundo; específicamente en la Nueva España tenemos a dos personajes notables: doña Juana de Asbaje o Sor Juana Inés de la Cruz y don Carlos de Sigüenza y Góngora. Hablar de Sor Juana es hablar de una de las mentes más brillantes del siglo XVIII, una mente científica que venía anunciando que la ciencia no tiene género. No es Sor Juana una X Musa, ni un recetario y sonetos. De ella tenemos la Carta Atenagórica que fue la respuesta al sermón “Nuevo Mandamiento” del padre Antonio Vieira, el más grande teólogo del siglo XVI. Aunque en la actualidad a Sor Juana se le conoce más por sus versos de hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, que por el documento ya citado.
Carlos de Sigüenza y Góngora fue un hombre que aprendió de todo y escribió de todo. Su obra va a pasar por la poesía, el teatro, las matemáticas, la geografía, la historia, la naturaleza, la cosmografía, la astrología, la filosofía y la narrativa. Fue un hombre que dominó el Trivium y el Quadrivium, fue quizá, el último hombre universal en el sentido semántico del Renacimiento.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.