Habrá Consulta popular el domingo próximo uno de agosto, en la que el Instituto Nacional Electoral (INE), de nueva cuenta, será el organizador de la votación de los mexicanos que voluntariamente acudirán a las urnas instaladas oficialmente para emitir su voto.
La pregunta formulada que autorizó la Suprema Corte de Justicia de la Nación es la siguiente: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”. Se supone que los actores políticos son los ex presidentes de México, desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que no es inconstitucional realizar la Consulta porque el espíritu de esta es que la ciudadanía tenga la posibilidad de emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en el pasado, para garantizar la justicia y los derechos de las víctimas.
Esto causó desde un principio la molestia de Felipe Calderón y Vicente Fox, principalmente, pues en redes sociales Fox señala como pendejos a los ciudadanos que ejerceremos ese derecho de decidir si se procede contra los delitos causados en el pasado. Otros colegas abogados y destacados juristas expresan que la ley se aplica no se consulta. En mi caso apoyo completamente este ejercicio democrático en el país, que nunca desde que tengo uso de razón se ha llevado a cabo.
Demostrado está que, para vivir con comodidad en México, es necesario cobrar nuestros servicios en dólares, porque el peso tan devaluado nunca garantizará la tranquilidad para lograr la estabilidad familiar que se requiere en una familia de cuatro personas como mínimo. Los salarios desde el gobierno de Luis Echeverría Álvarez dejaron de ser suficientes para la canasta básica, gracias a su pésima administración y corrupción generada desde entonces.
Así llegaron Miguel de la Madrid pactando con el corrupto líder de la CTM Fidel Velázquez que controlaba a la mayoría de los sindicatos en el país, firmando pactos de solidaridad para la economía de los empresarios millonarios mientras se enriquecía a costa de los trabajadores. Luego Carlos Salinas de Gortari, privatizó las empresas paraestatales y logró un régimen capitalista enriqueciendo a familiares y amigos con los recursos del erario, además de asociarse con el crimen organizado. El cómplice asesino de Luis Donaldo Colosio, Ernesto Zedillo Ponce de León, fue el causante de otra infame devaluación y con el FOBAPROA autorizó que los depósitos bancarios de los ahorradores fueran utilizados para devolverle solvencia a los bancos.
Con la llegada de Vicente Fox la esperanza del cambio se perdió ante el fracaso de su administración que se distinguió por la corrupción y el enriquecimiento ilícito de su familia que incluye a Martita Sahagún e hijos. Felipe Calderón que ocasionó con su fallida guerra contra el narcotráfico, que el país se llenara de sangre inocente y frenó el desarrollo social y empresarial, fortaleciendo al lavado de dinero y asociado con el cártel del Chapo Guzmán, bajo el mando de Genaro García Luna. Entre otras salvajadas. Y Enrique Peña Nieto siguió los mismos pasos acostumbrados del PRI, dando línea a sus jefes de la iniciativa privada, impunidad a los criminales y la corrupción en el Poder Judicial creció, simultáneamente con el Ejecutivo y Legislativo.
Los argumentos son demasiados y nos falta tiempo y espacio para señalar tanta crueldad en el México de hoy. Feminicidios, impunidad, injusticia social, trata de personas, secuestros, extorsiones, violaciones de niños, prostitución infantil, degeneración y corrupción heredada.
Y los medios de comunicación de los años sesenta hasta la última administración de Peña Nieto, comprados con miles de millones de pesos para solapar la mentira, falsedad de noticias, montajes como el de Loret de Mola, cuyos nombres de periodistas conocemos como los más ricos del país, gracias a la voracidad y falta de ética en el periodismo.
Sin embargo, todos queremos justicia y sabemos que es muy difícil que se logre en los tres años que le quedan al presidente AMLO. Muchos no creen en la Consulta y menos en la efectividad de esta. Pero cierto es que hemos sido indiferentes desde hace décadas. Dejamos de ser sensibles al dolor ajeno. No nos importan los pobres. Despreciamos a los que son señalados como NINIS. Hemos sido despojados de nuestra dignidad y nos acostumbramos a vivir en la mugre. Aunque también los que más critican a nuestro gobierno actual y la Consulta, son los que dejaron esta hermosa patria para vivir en el extranjero y no por necesidad sino porque cobran en dólares.
Por eso y mucho más yo ejerceré mi voto por la democracia con un SI.
Héctor Molinar Apodaca
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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