Hace algunos años, un hijo adolescente estaba con ansias esperando que su padre llegara del trabajo para cuestionarle algo que a él hacía tiempo le preocupaba.
Esa tarde al principio del otoño, cayendo el sol, llega este hombre después de haber librado una dura jornada de trabajo y con ganas de ponerse cómodo, es irrumpido por su hijo de once años, quien con un enfoque claro en su intensión lo detiene antes de entrar a casa y le dice:
— Papá esta mañana mi maestra nos dijo que en este grado de la escuela, ya empezábamos a ver la vida. Y tengo mucho miedo, no se qué es eso. Tu eres una persona que hace muchos años se graduó de la secundaria y debes saber mucho, quiero que me ayudes y me digas qué es la vida.
— El padre intentando salir del paso, le expresa que la vida es un proceso de crecimiento. . . pero este adolescente no se convenció e insistió en otra definición. –Bueno, dice el padre, la vida es el tiempo que las personas vivimos . . . Otro discurso que sólo lograba confundir al hijo.
Entonces el padre, como iluminado por alguien o algo, le pide que suba al auto, y a gran velocidad lo lleva a las afueras de la ciudad, en un espacio de la carretera que transitaba por un cañón entre montañas y un arroyo.
El padre se estaciona de manera segura y toma de la mano a su hijo y se orilla cuidadosamente a un profundo barranco, acto seguido le pide a su hijo que mirando hacia el frente grite con fuerzas una palabra.
El hijo toma aire y siguiendo la instrucción grita con todas sus fuerzas: Peeeeeerroooooooo!!! e inmediatamente una voz le contesto en forma repetida: peeerrooo, peerroo, perro… El niño se sorprendió y el padre le pide que grite otra palabra, entonces con todas sus fuerzas expreso: Amoooooor !!! esta vez el eco de manera repetida le contestó: Amooor, Amoor Amor… y grito otra palabra: Dolooor!!! inmediatamente el eco le contestó: Dolooor, doloor, dolor… y grita con más fuerza otra palabra: Dineeerooo!!! y el eco inmediatamente le contestó: Dineeerooo, Dineeroo, dinero … En eso el padre le interrumpe y le dice: Hijo así es la vida!!!
— Entonces el hijo entusiasmado responde: Ya entendí, la vida es como el eco, si le doy amor me dará amor, si le doy dolor me dará dolor y así todo lo que yo le dé me lo regresará
– Satisfechos, padre e hijo, regresan a casa, esperando el nuevo día seguros de que recogerán lo que a la vida le han dado.
Se está exponiendo, los impulsores que nos ayuden a tener una actitud emocionalmente sana, para facilitar el logro de nuestros objetivos y que sea más factible alcanzar lo que emprendemos. En esta cuarta parte se entregan los restantes, que junto con los anteriores conforman una estructura específica que fortalece poderosamente esa oportunidad de realizar nuestros emprendimientos:
7.- Comprometerse: El acto de asumir compromisos, crea un sentido de correspondencia y genera involucramiento con lo deseado. Únicamente se logra aquello con lo que intencionadamente estamos comprometidos.
8.- Desarrollar la Capacidad de trabajar en algo: Es necesario poner acción, trabajar, imprimir el esfuerzo en lo que se busca, pero de manera enfocada en torno a lo que se desea. Por eso el Gran Pele es exitoso en el ambiente del fut bol, Vicente Fernández ha creado su fortuna gracias a sus voz y entusiasmo, Tomás Alba Edison, trabajo muy duro para crear la bombilla eléctrica con la que ahora todos nos alumbramos. Debe quedar muy preciso, al decir las palabras “desarrollar la Capacidad” significa que se debe aprender maneras nuevas, o cuando menos, un nuevo esfuerzo dedicado a lo que se desea lograr. El éxito no llega únicamente con las habilidades que ya se tienen y repitiendo rutinariamente lo que se hace, que nos ha dado lo que ahora se tiene.
9.- Prefiera el buen humor: El buen humor facilita la buena vibración y se atrae con mayor facilidad las cosas. Los anhelos, sueños, deseos, etc… nos demandan tener buen humor, se debe ser generoso con el merecimiento de las cosas, además de que para tener buen humor se invierte prácticamente el mismo esfuerzo que para tener mal humor. La diferencia es el resultado. Por ejemplo, siempre la buena salud, está acompañada siempre de buen humor.
10.- Identifíquese con una filosofía de vida: Una filosofía de vida personal significa poseer un conjunto de pensamientos, creencias y valores muy personales que nos ayudan a dirigir nuestras vidas por el sendero de la salud, la paz y la felicidad. Si analizamos nuestras creencias, prioridades, valores y objetivos, hay que comprender que están en el origen de nuestra motivación y son ellos el combustible de nuestras acciones. Sea Usted mismo bien atado a sus convicciones.
Cultivar estos diez impulsores que se han revisado, seguramente pondrán sus anhelos frente a su cara. El trabajo persistente y la fiel creencia en sus convicciones le darán la confianza y la seguridad de que Usted, respetable Lector en realidad es merecedor de sus sueños; de lo contrario, sólo se convierte el soñador en un ilusionista que está esperando que el Ser Supremo le ponga gratis el almuerzo todas las mañanas, cosa que no llegará, pues como ya se sabe, no se obtiene lo que se merece, se obtiene lo que se vibra.
Gracias por su tiempo, es todo y cuanto y nos vemos en las cumbres!
Martín Marruffo T.
Este artículo es continuación de Impulsores Para Alcanzar el Éxito (parte3)
Especialista en desarrollo organizacional, programación neurolingüística, facilitador y asesor de empresa nacionales y extranjeras. Creador de poderosos eventos de integración empresarial: Team Building. Las Herramientas mas Poderosas de Capacitación y del Seminario Caminando Sobre las Brasas. Encuentro con el Gigante. Director de Asesoria Integral Especializada.
