En recuerdo de un maestro peregrino. Guillermo Chávez Martínez in memoriam
Hoy quiero recordar al señor Guillermo Chávez. Se que muchos lo conocieron en distintos ámbitos, contextos y tiempos, ahora yo quiero platicarles de él en sus dos últimos años como masón. Este tema siempre lo mantengo a discreción, pero en esta ocasión hablo públicamente al respecto, porque sí, él perteneció a la Masonería y merece dicha mención. Para aquellos afiliados a la institución y que somos conscientes de que estamos viviendo un proceso de decadencia de esta, aquí está la prueba de que no todos los viejos masones son iguales.
Guillermo Chávez fue un Maestro Masón que no zozobraba en señalarles los errores a los aprendices y compañeros. Ponía sus argumentos claros para desafiar al debate, lo sé porque así fue como lo conocí. Coincidimos la primera vez en una logia llamada Hiram Abiff en la cual yo presenté un trabajo donde señalaba pruebas que demostraban que Benito Juárez no había sido masón. Por supuesto que fui muy atacado y el sermón mayor me lo dio él. Pero saliendo de la logia vino hacia mi y me dijo – ¡que buen trabajo, te felicito! – acto seguido me dio un fuerte abrazo, a lo cual yo me quedé con el seño fruncido porque momentos antes disertó y enseguida me dijo – estoy de acuerdo contigo, llevo años diciendo que debemos revisar con lupa a Benito Juárez como masón- Pasó el tiempo y en una ocasión yo iba caminando por la plaza de armas cuando se me acercó con una sonrisa sincera a saludarme y recuerdo que me dijo – mi hermano, me interesa lo que pones en tus trabajos ¿en que logia estas?, quiero ir de visita. Por cierto, también escribo en un periódico por internet para que me comentes, me interesa tu opinión.
Por supuesto que todo eso me levanto la moral ya que yo no pasaba por buenos momentos, ni masónicos ni personales. En efecto comencé a leer sus columnas y a comentarle. Como yo aún fumaba en ese tiempo, cada vez que nos encontrábamos me decía – mi hermano nada más por el puro gusto de verte se me antojo un cigarro- nuestras platicas duraban más de una hora y siempre estuvo dispuesto a escuchar propuestas y a aprender cosas nuevas y distintas a las que él pensaba. En otra ocasión llegó a la logia a la que yo pertenecía de la cual, la asistencia fue muy escasa y de no haber sido por él la ceremonia no se hubiera podido haber llevado a cabo en una tenida que se supone, era muy importante para otro hermano y para mí. Después de mi participación el Hermano Chávez se levantó serio y con la mirada clavada en mi trabajo y me dijo – mi venerable hermano, hoy he aprendido más de este tema que en varios años y me he quedado sin palabras. Muchas gracias. –
Todo el tiempo que me tocó conocerlo, doy testimonio de que fue un maestro peregrino, andariego de logia en logia en la búsqueda del conocimiento y dando ejemplo del pilar más elemental de la Masonería: la fraternidad. Pasó poco tiempo para que nos volviéramos a encontrar en la plaza de armas, nos saludamos y me dijo que iba a visitar una logia y me externo la invitación para acompañarle. Pero como yo no iba preparado dude a lo que él me dijo que traía indumentaria extra y fuimos. Como yo aun flaqueaba un poco con el ceremonial, él me presto su liturgia la cual me llamó mucho la atención. Era una liturgia vieja y gastada. La examiné de principio a fin en ese lapso de trabajos y no había ceremonial que no tuviera notas, ideas y preguntas que para mi sorpresa coincidían con lo que yo pensaba. Allí entendí el por qué de la empatía hacia mí.
En mi corta trayectoria dentro de la Masonería, la oficialía más solmene que he visto es la de Maestro de Ceremonias y el haber aprendido a circular dentro del recinto masónico, se lo debo al Hermano Guillermo Chávez. Es así como terminó el año 2017 y mi situación no mejoraba, yo iba mucho al Archivo Histórico Municipal de Ciudad Juárez con sede en la Biblioteca Tolentino y ahora allí fue donde me lo encontré un 20 de enero del 2018. Yo estaba terminándome un cigarrillo cuando lo vi acercándose y me saludo a su manera fraterna y sincera. Creo que él noto que yo estaba desarmado y platicamos, nuevamente me acompañó estrictamente con un cigarrillo él, porque no fumaba y yo creo que se me fueron cinco. Hasta de mis proyectos y esperanzas le dije y recuerdo que me respondió – mi hermano, tú tienes mucho que decir. Continúa con tus metas y cuando tengas tus papeles ven a verme y aquí vemos que podemos hacer por ti, ánimo –
Después hablamos sobre Aristóteles y me platicó como es que vio en venta el libro de la metafísica y no traía el dinero suficiente para comprarlo, días después que fue a buscarlo ya no estaba a la venta. Entonces yo me comprometí a obsequiarle dicho libro, era lo menos que podía hacer por él. Ese fue nuestro acuerdo para volvernos a ver y tener otra gran y amena charla. Nos despedimos y yo me retiré con ciertos malestares de salud, ese mismo día en la tarde me envió un mensaje para preguntarme cuando sería mi defensa de tesis para asistir.
¿Qué ocurrió después? Que a los dos días me enfermé de gravedad, una bronquitis aguda por tercera ves y era un dolor desgarrador en el pecho para mí el simple hecho de respirar, el medico me prohibió salir ya que apenas y podía caminar. Entonces un 29 de enero revisando mi Facebook vi la nota del Hermano Chávez “El gobierno es necesario en una sociedad irresponsable” con el encabezado BUEN DÍA PARA TODOS. Lo leí y pensé -luego le escribo- una hora después en mi teléfono entraron varios mensajes diciendo: D.’.D.’.D.’. el V.’.H.’. Guillermo Chávez ha ocupado su Col.’. en el eterno Or.’., naturalmente no lo creí y varios confirmaban que era él. Enseguida le escribí a su FB un mensaje que decía – 29-01-18 11:26 am, Mi H. ¿se encuentra ahí? – y claro, me confirmaron lo que yo me negaba a creer.
Enseguida me fui a su muro de FB en la nota que apenas horas antes publicó, y escribí el siguiente comentario – estoico su artículo, es una lástima que ya no habrá más diálogo…mi comentario llegó tarde mi V.H.- Acto seguido escribí en otra sección de su muro como todos aquellos que lo conocieron “Mi V.H. quedaron cuentas pendientes, entre ellas la Metafísica de Aristóteles. Pero se lo llevaré. Muchas gracias por motivarme a que siga con mis trabajos y proyectos. De todo corazón, gracias, por tanto. Le echaré de menos. Hasta siempre. Q.D.E.P.” Por alguna razón el último cigarrillo que me fumé fue con él ya que yo no quedé bien de salud. Ese martes o miércoles fue la última vez que vi a ese buen hombre. Por otra razón más grande no pude asistir a sus exequias fúnebres y eso me cambio, porque no me pude despedir de mi maestro y mentor, que por alguna razón Dios puso en mi camino por poco tiempo.
Por eso desde hace más de dos años mis trabajos traen el in memoriam al Hermano Guillermo Chávez, porque sus palabras y enseñanzas fueron útiles. En cada trabajo y labor masónica que hago, dejo tanto espíritu que espero no se me acabe en muchos años. Después de que el Hermano partió al Eterno Or.’., no paso mucho tiempo para que yo recibiera la exaltación a Maestro Masón y solo en ese momento, entendí porque me decía “venerable hermano”. Claro esta que ante algo así no me puedo quedar en el confort. Pero también son muy importantes las palabras de otro Hermano, David Gamboa sobre nuestro Hermano Chávez. Ya hay que dejarlo descansar y si, pero no sin antes dedicarle este modesto homenaje bien merecido.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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