La esperanza de los chihuahuenses respecto a que la actual administración estatal pudiera hacer las cosas de manera diferente en materia financiera, debido a las adversas condiciones en que recibió el estado, se esfumaron al conocerse el proyecto Fortalecimiento Financiero presentado por la gobernadora María Eugenia Campos Galván al Congreso del Estado.
La denominación de esta propuesta no es mas que un eufemismo, ya que como lo expusieron los diputados de Morena en el Congreso del Estado durante la sesión de este lunes 13 de diciembre, más que fortalecer las finanzas de la entidad las compromete por un plazo aún mayor y, en términos llanos, la incrementa entre 8 mil y 12 mil millones de pesos para alcanzar los 85 mil millones de pesos.
Los gobiernos panistas se han caracterizado por su falta de creatividad en el diseño de las políticas financieras y los legisladores emanados de ese partido por la incongruencia, ya que históricamente han entregado su apoyo a quienes generaron el caos en la economía estatal, sobre todo los integrantes de las Legislaturas LXIII y LXIV, quienes avalaron la debacle financiera del estado al aprobar, sin análisis alguno o con un alto grado cinismo, la contratación desmedida de deuda al ex gobernador César Horacio Duarte Jáquez.
Hoy, como si los chihuahuenses no tuviéramos memoria, los diputados del PAN Luis Aguilar, Mario Vázquez y Carlos Olson, se presentan como los mayores críticos de “quienes contrataron la deuda” a “tasas sospechosamente altas” y “de una manera irresponsable”, pero no mencionan a quienes aprobaron esa contratación en los términos que ahora critican, entre los que se encuentran, de manera relevante, la actual gobernadora María Eugenia Campos Galván y el actual secretario de Gobierno César Jáuregui Moreno.
El caso de Luis Aguilar es todavía más paradigmático, porque, además, crítica el refinanciamiento de la deuda propuesto por el exgobernador Javier Corral Jurado siendo que él mismo la aprobó como integrante de la anterior legislatura y, como expresaron los diputados de Morena en la sesión de este lunes, con resultados muy contrarios a los objetivos planteados por la anterior administración estatal, de la cual también formó parte.
Los posicionamientos de los integrantes de la bancada de Morena se dieron acorde a los postulados de la Cuarta Transformación, a favor del pueblo de Chihuahua y dejando en claro la serie de mentiras sobre las que se han basado las propuestas con las que se fundamentaron las solicitudes para contratar deuda durante los últimos sexenios. Mantuvieron una postura firme, atendiendo el interés que representa el sentir de la ciudadanía.
El coordinador de la bancada, Edin Cuauhtémoc Estrada Sotelo, fue directo al manifestar que “la titular del Ejecutivo, de manera reiterada, nos vino señalando que se plantearían instrumentos para fortalecer las finanzas, (pero) sin duda, el dictamen que en este momento se pone a consideración de esta asamblea legislativa, a juicio de la bancada de Morena, no tiene ni tendrá como consecuencia un fortalecimiento financiero para el estado, ya que, contrario a ello, compromete la viabilidad financiera no solo de esta administración sino posiblemente de las siguientes”.
Todavía más allá, expuso que “no puede existir un fortalecimiento financiero del Estado, si la contratación de deuda, aún sea a largo plazo, con fines de reestructuración o con excedentes de deuda sigue siendo la única opción que una administración alcanza a advertir para sanear sus finanzas, pues ello se traduce en una zona pantanosa que, contrario a resolver el problema de la deuda, solo lo amplia”.
El diputado Benjamín Carrera fue enfático al señalar que “es difícil pensar que el día de hoy, en un acto que requiere sin duda de un mayor análisis, se pretenda comprometer a todas y todos los chihuahuenses al postergar el pago de la deuda por 10 años más, secuestrando los impuestos de las próximas generaciones por 20 años, impuestos que pudiéndose utilizar para su beneficio, tendrán que destinarse al pago de una deuda que se viene arrastrando por temor (del Gobierno del Estado) a replantearse una política de austeridad”.
Gustavo De la Rosa expresó que no se puede aprobar algo que ha estado fundamentado en mentiras, porque siempre dijeron que no era deuda, que se pagaba con lo del peaje de las carreteras, pero no fue cierto, primero fue eso y luego los de los puentes internacionales. ¿Qué sigue? Pregunto yo.
Mientras, Óscar Castrejón dio algunas ideas específicas acerca de los presupuestos que se pretende asignar a instancias en lo particular y a los que se les puede “pellizcar” para tener mayor holgura en el presupuesto general y evitar la deuda.
De nada sirvieron estos argumentos, los panistas insistieron en que es falso que crece la deuda, que los pasivos, en lugar de incrementarse, bajan; que no afecta los flujos financieros y que no se plantea un gasto austero sino un gasto estratégico. Por supuesto, votaron a favor del proyecto y contaron con el silencio cómplice y el voto de los priístas, lo que también ocurrió en el caso de los dos integrantes de la bancada de Movimiento Ciudadano que quedándose calladitos se hubieran visto más bonitos, pero prefirieron ofrecer a los chihuahuenses un lastimoso discurso para tratar de justificarse, sin conseguirlo.
Esta historia ya la vivimos, no se pueden lograr cambios si se hacen las cosas de la misma manera. Es obvio que ellos no lo entienden así. Yo por lo pronto me preparo para las posadas, ahí luego me platican como les va con los festejos navideños… se los dejo de tarea.
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