Un presidente silente es aquel al que se mantiene en silencio y no puede responder a los insultos y mentiras de sus opositores, dado que estos buscan, mediante violaciones a la Constitución, mantenerlo callado para dar rienda suelta a su perversidad. Quieren golpearlo, calumniarlo y denigrarlo sin que tenga el derecho de defenderse.
Todo ciudadano tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas, ya sea oralmente, por escrito, o a través de las nuevas tecnologías de la información. Este no puede estar sujeto a ninguna censura previa, sino a las consecuencias y responsabilidades ulteriores expresamente fijadas por la ley.
No se puede restringir el derecho de expresión a ningún ciudadano por medios directos, como ordenar silenciar por los medios legales del poder judicial, o indirectos, como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos; de frecuencias radioeléctricas; de enseres y aparatos usados en la difusión de información; o mediante la utilización del derecho penal o cualquier medio encaminado a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
Este derecho humano a la libertad del pensamiento y expresión, con la manifestación de las ideas, está consagrado en la Constitución Mexicana, la cual el Poder Judicial, el organismo autónomo electoral y los tribunales electorales están obligados a hacer respetar.
Nuestra Constitución Mexicana, que fue fiel en su concepción al anhelo democrático del pueblo y a la tradición liberal, recoge y garantiza el derecho a la libertad de expresión en su artículo 6° de forma general, y en el 7°, que establece la libertad de escribir y publicar obras sobre cualquier materia.
El Artículo 6° Constitucional establece que “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho a la información será garantizado por el Estado”.
El Artículo 7° Constitucional, en resumen, establece “Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio”.
Cuando se viola la ley con la libre expresión, cada quien deberá asumir sus consecuencias ante los tribunales correspondientes y quien se sienta ofendido deberá presentar a quien corresponda su ofensa.
Si la Constitución establece con toda claridad la garantía de la libre expresión, ¿cómo puede ser que los Magistrados del Tribunal Electoral de la Federación, el INE y los jueces del Poder Judicial coarten y violen la constitución con su resolución de impedir que el presidente de la república informe al pueblo de México y no exprese opinión, que no pueda manifestar sus ideas en su conferencia de prensa en las mañanas porque la Constitución Política Mexicana no se lo prohíbe?
¿En qué se basan las autoridades electorales y judiciales para coartar un derecho inapelable que tiene el presidente de la república como ciudadano y representante de los mexicanos?
¿Por qué prohibir la expresión de las corruptelas de aspirantes que son denuncias públicas fundamentadas y soportadas que evidencian a quienes han lucrado con el patrimonio y del erario público en sus gestiones administrativas y que hoy recurren al poder judicial y electoral para ampararse para que no sean denunciadas y evidenciadas?
¿Llegaría entonces el momento en que un ladrón o defraudador se pudiera amparar o solicitar a la justicia que no se le permita al agente del ministerio público imputarle el delito?
En esa denuncia, el presidente señala los contratos del sector público y privado con la salvedad que llama la atención que del 2015 al 2018, la señalada, la señora “X”, fue delegada de la delegación Miguel Hidalgo y en ese periodo se dieron la mayor cantidad de contratos y valores.
Debemos estar conscientes de que mucha información no saldrá a la opinión pública porque los medios de comunicación controlados y sumisos a la derecha neoliberal no la proporcionarán a la sociedad y el único que nos informará será LA MAÑANERA del presidente López Obrador.
Ante esto, buscan prohibirle al presidente el hablar de la señora “X” en su conferencia LA MAÑANERA, violando con ello, con toda claridad, la Constitución.
Le ha sido prohibido al presidente que hable cuando han sido los opositores durante más de 17 años los que han denostado, mentido, ofendido y denigrado a la persona del presidente y su familia y nadie se los ha prohibido porque hay una férrea decisión presidencial de respetar el derecho constitucional de expresarse.
En el Senado de la República existe un trío de Senadoras que desde que iniciaron su gestión Senatorial ha sido una constante agresión y ofensa mentirosa en contra del presidente López Obrador y jamás siquiera fueron reconvenidas ni se les inició un juicio para evitar que hablaran del presidente. Jamás el presidente se quejó ni utilizó su poder para silenciarlas.
La oposición de la derecha neoliberal que encabeza Claudio X González busca que sus huestes golpeen al presidente hasta el cansancio con difamaciones y mentiras, con ofensas, pero le quieren prohibir al presidente que no responda y ni se defienda. Y ahora que lo ha hecho el presidente, se rasgan las vestiduras sintiéndose agredidos y ofendidos, chillan y claman que deje de señalarlos y piden clemencia a las autoridades para que los protejan.
Quieren los opositores neoliberales que el presidente no los toque para poder seguir mintiendo, difamando y ofendiendo con toda libertad y sin el contrapeso presidencial en la réplica.
Lo verdaderamente increíble es que las autoridades judiciales y electorales se presten al juego opositor de buscar acallar todo lo que les puede desnudar ante la opinión pública.
¿En qué se basan para censurar el derecho de libre expresión las autoridades electorales federales?
Durante este sexenio presidencial, todos los mexicanos han disfrutado de las libertades plenas garantizadas en la Constitución. No obstante, son las autoridades electorales las que, de manera sumamente selectiva, han silenciado a un participante importante de la sociedad: el presidente de la República.
Pero, como ha dicho el mismo presidente: “¡No nos callarán!”, dispuesto a enfrentar las consecuencias que ello pueda implicar.
Independientemente de las repercusiones, el presidente contará con el respaldo mayoritario de los mexicanos.
Por otro lado, debemos considerar que en la denominada “República de Twitter México”, la gente no vota.
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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