José Ortega y Gasset nace en el año de 1883 en Madrid, España en el seno de la alta burguesía capitalina.
Comenzó en el periodismo, pero siempre tuvo predilección por la filosofía alemana. Ingreso a los ocho años en el colegio internado jesuita del Palo en Málaga y en 1897 obtiene el grado de bachiller con promedio sobresaliente. Posteriormente se inscribe en la Universidad Central de Madrid con la intención de estudiar leyes, sin embargo; la filosofía le sigue llamando y se cambia a la facultad de filosofía. En 1902 se gradúa como licenciado en filosofía y es en este periodo cuando aboga por la reforma y europeización de España y sorprendentemente en 1905 obtiene su doctorado. Pero para Ortega y Gasset esto no es suficiente, su insaciable hambre de saber lo lleva a estudiar a las universidades de Leipzig, Berlín y Malburgo.
Tuvo vida académica enseñando en la Escuela Superior de Magisterio en las materias de Ética y Psicología. Luego en 1910 es nombrado profesor de metafísica en la Universidad Central de Madrid y después en 1913 fundó la Liga para la Educación Política Española, también fundó el Seminario España, en el cual se les dio cabida a los intelectuales reformistas, socialistas y moderados.
Fue un gran articulista, columnista y conferencista. Sus publicaciones fueron en el “Espectador” y posteriormente fundó la revista de Occidente, la cual tuvo una gran influencia en el pensamiento español antes de la guerra civil. También escribió en el “Imparcial” uno de los diarios más importantes y prestigiosos de España. En cuanto a su personalidad se recuerda que fue un hombre carismático, público, destacado e implicado en la política. Simpatizó con el republicanismo y las ideas de izquierda, se alejó del catolicismo para volverse agnóstico. Después de la guerra civil tuvo un gran distanciamiento con el movimiento republicano y con el régimen del general Francisco Franco.
El desarrollo de su pensamiento va por dos vertientes: perspectiva y racional vitalista, es decir, con la primera se opuso al idealismo afirmando que la sustancia última del mundo es simplemente una perspectiva; mientras que, para él, la razón es viviente. Claro está que con esto también hace su aporte a la historia con un libro muy singular titulado “Meditaciones del Quijote, yo soy yo, en mi circunstancia y si no la salvó a ella tampoco me voy a salvar yo”. Que se refiere a la individualidad que el hombre no tiene naturaleza sino historia porque el hombre se va construyendo a partir de circunstancias que son historia e ideas. Ortega insiste mucho en eso, que somos producto de la historia y reafirmamos el historicismo en eso, porque partimos de algo, de una idea. Lo que significa que somos el resultado de un desarrollo histórico tengamos o no consciencia.
Por último, Ortega, es uno de los complementos de un hegeliano de tercera generación que es Wilhelm Dilthey, de quien ya hemos hablado antes.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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