Una de las metodologías más complejas y difíciles de manejar para el quehacer del historiador es la comprensión. Entendamos por esta que es la facultad humana que actúa a través del lenguaje y el dialogo. El filósofo alemán Heidegger planteó que la comprensión es un asunto existencial para la comprensión de la historia, pues ésta se determina por el Ser-Ahí y por lo tanto, la comprensión se mueve en el círculo hermenéutico. Esto significa que en la comprensión no se pretende diferir una cosa de la otra, sino que pretende hacer una estructura adecuada de la estructura a comprender. Sí, los alemanes del siglo XX son complicados pero estos métodos nos ayudan a desdoblar el tiempo histórico a partir de una realidad que ya no es, porque no estamos en ella, sino no sería historia.
Abarquemos un poco más el Ser-Ahí, es decir, debemos ser hijos de nuestro tiempo y espacio. Pues en él hay tradiciones culturales con las cuales se comprende el mundo, sin olvidar que no somos conscientes del todo, por ello en la reflexión es donde podemos darnos cuenta del todo. De allí que la historia se reescriba desde el presente, porque nunca podremos comprender el todo; idea que planteo F.W. Hegel hace dos siglos en la historia.
Por otra parte, con el pasar del tiempo vamos perdiendo el lenguaje y los sentidos. Por eso reconstruimos. Esto es una limitación metodológica histórica, ya que no contamos con los elementos metodológicos para reconstruir del todo la vida, solo tenemos indicios. Es así como con la reconstrucción de la historia vamos del presente al pasado y del pasado al presente. Esto nos lleva a otra de las cosas que debe hacer el historiador al reconstruir el pasado y es ver el Horizonte Histórico, que nos es otra cosa que el entendimiento de que cada tiempo está limitado por ciertas tradiciones. Por eso el pasado tiene cierta autoridad. Las tradiciones son las que nos moldean porque llegan como discurso de autoridad. Entonces el historiador debe comprender el horizonte de esta manera: tradición-autoridad-fuente de prejuicios.
Esto no exime al historiador ya que como hijo de su tiempo, en el Ser-Ahí, debe ver su propio Horizonte Histórico antes de reconstruir el pasado, pues el interés por la historia tiene su origen en el dolor del presente. Hay algo que no gusta y por eso se quieren respuestas al momento no se tienen. En cada trabajo histórico se debe ser consiente que se está cargado de una tradición y por ende, prejuicios. Por eso es importante construir puentes con el pasado. Por último, todo conocimiento histórico es subjetivo.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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