En estos días se ha estado dando mucho vuelo con respecto al género, se habla de género como algo que es violentado por el género de contraparte, o por la otras partes que utilizan la palabra género como manera de identificar su preferencia sexual.
En la naturaleza humana sólo existen dos géneros biológicos, el masculino y el femenino, pero el abanico de las preferencias sexuales de cada género es muy diverso y es eso particularmente lo que los hace diferentes, no el género y si la preferencia sexual los diferencia.
En sociología y otras ciencias sociales, el género está vinculado a la sexualidad y a los valores y conductas que se atribuyen de acuerdo al sexo son distintos, pero no distantes los patrones y conductas de los dos géneros sociales existentes, el femenino y el masculino donde pueden ser hoy indistintos los roles sociales tomados en la sociedad, puede ser hombre y/ o mujer él o la que ejecute un mismo rol hoy por hoy sin demeritar sus características biológicas de cada género, ese es el verdadero avance social en lo relativo al género.
¿Qué podemos entender como preferencia u orientación sexual?
La orientación o preferencia sexual es una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otros, se distingue fácilmente de otros componentes de la sexualidad que incluyen sexo biológico, identidad sexual (el sentido psicológico de ser hombre o mujer) y el rol social del sexo (respeto de las normas culturales de conducta femenina y masculina).
La orientación o preferencia sexual existe a lo largo de la constante y continua atracción que va desde la heterosexualidad exclusiva hasta la homosexualidad exclusiva también y, además, incluye diversas formas de bisexualidad, las personas bisexuales pueden experimentar una atracción sexual, emocional y afectiva hacia personas de su mismo sexo y del sexo opuesto.
Por lo tanto la preferencia u orientación sexual se compone de Heterosexual, Homosexual y Bisexual no existiendo más preferencias que clasifiquen las orientaciones sexuales del género biológico humano.
A través de la historia de la humanidad los roles sociales para el género biológico humano han venido siendo de lo severamente estrictos hasta los intercambiables y flexibles del día de hoy.
No se destruye, ni se modifica, el género por consecuencia de la preferencia u orientación sexual de los hombres o mujeres del genero biológico humano, simplemente las conductas y los gustos son los modificables para su determinación exacta de acuerdo a la preferencia que se decide, complementando la clasificación como monógamos o polígamos de acuerdo a sus tradiciones y culturas donde socialmente hoy son permitidos.
Por lo tanto el género biológico humano es hombre y mujer que se clasifican de acuerdo a sus preferencias en Heterosexuales, Homosexuales y Bisexuales, monógamos o polígamos.
Por lo tanto la humanidad mantiene su reproducción y proliferación de especie por medio de la unión sexual de hombre y mujer y esto nos lleva a que socialmente se comprometan en matrimonio que lleva a la constitución formal de la familia y está a la identidad social como grupo o conglomerado humano distinguidos por su raza, su cultura, sus costumbres y perímetro geográfico.
No hay mas forma de perpetuar la especie más que la unión de hombre con mujer y no hay mas forma sagrada de consumarlo más que por el matrimonio de marido y esposa que los llevara a formar la familia donde los usos, costumbres se transmiten para la continuidad de la sociedad y de la identidad social que la conforman todas las familias, los hombres y mujeres que así lo deciden seguir o no seguir los cánones de la tradición de la naturaleza dicta.
Dentro de esa sociedad de hombres y mujeres habrá quienes sigan todos los procesos sociales establecidos como hombre y mujer pero no les dicta el seguir el matrimonio, hombre y mujer deciden procrear y formar familia aceptable hoy en día en el grupo social que contribuirá igual a la perpetuidad de la especie humana.
Los problemas empiezan cuando el hombre y la mujer deciden asumir identidades de género que por naturaleza no les corresponde por las razones que sean y se quieran esgrimir para justificarlo pero eso es una decisión privada, única y personal que no debe interferir, ni infringir, las normas establecidas desde la creación, así son las normas que nos rigen creadas desde nuestros ancestros y desde nuestros orígenes sufriendo transformaciones para fortalecerlas y no destruirlas.
La esencia del ser humano es procrear y para eso fue creado por la naturaleza y los únicos que pueden procrear son Hombre con Mujer en la faz de la tierra, nadie más, la misma naturaleza le pone freno a las intenciones de modificar la esencia humana degradando a solo sus preferencias el sentido universal de la procreación obteniendo de ello más que dolor, incomprensión y sufrimiento y muchas veces rechazo.
El control de la natalidad por el exceso de seres humanos en el planeta permitió que en la década de los 60 y 70 se desarrollará la oportunidad de controlar la procreación y se detonó la promoción de la homosexualidad que hasta el día de hoy ha crecido en forma alarmante y multitudinariamente, “El mundo de las Flores” creció hasta los ámbitos del poder donde hoy ellos intentan destruir la base piramidal de la sociedad, el matrimonio, la familia.
Es increíble observar como de diferentes maneras oficialmente quieran destruir la conformación del origen e inicio de la sociedad que es el hombre y la mujer.
La gente del poder influenciados, y absorbidos, por lo antinatural en sus personas por sus preferencias y orientaciones buscan implantar sus credos usos y costumbres como normatividad en la base social y han llegado ya hasta el origen de la identidad ciudadana que es el acta de nacimiento, dando pie a la ambigüedad de registros, o registros demasiado flexibles, que podrán cambiar al antojo del ciudadano que decida adaptar su preferencia en su identidad de género amparado en la libertad de género o podrán tener diversidad de registros porque nace hombre y en el tiempo decide “ser” mujer o viceversa.
Vienen intentando instaurar una libertad mal digerida porque la normatividad social y los principios y valores sociales establecidos hasta hoy provienen junto con el desarrollo de la humanidad, manifiestan que debemos tener respeto a la diversidad (¿) cuando los “diversos” no manifiestan ningún respeto por nuestros principios y valores que profesamos y aceptamos para la cimentación solida de la personalidad, de la familia, de la sociedad, del país, del planeta.
Una sociedad influenciada por los que no pueden procrear es una sociedad encaminada al exterminio, una sociedad que paulatinamente ira perdiendo su cultura, su idiosincrasia, ya lo vemos en algunos países del viejo continente donde la “diversidad” ha logrado establecerse como norma de convivencia pero la natalidad de su especie está condenada a llegar a tasa cero, donde los jóvenes son la mayoría entrando a la madurez y entraran a la vejez en las próximas décadas sin ninguna posibilidad de obtener una población joven que los sustente teniendo que importar jóvenes en edades de procreación dando con ello un giro impresionante de sus valores, cultura, principios y étnicos, ese es el precio de la diversidad, entre otros factores.
Hombre-Mujer=matrimonio-familia-sociedad-país-perpetuidad de especie, todo lo que atente a esa ecuación estará condenado al fracaso, es anti natura.
Debemos defender la familia, consolidar los valores humanos naturales y fortalecer nuestros principios y valores.
La sexualidad se ejerce en privado, es personalísima y como tal debe continuar, cada quien podrá hacer de su sexualidad lo que le venga en gana pero dentro de su personalísima aura, no es algo que debe exhibirse, es algo que se practica en forma unísona con quien sea su empatía de preferencias.
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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